Ética profesional y tribunales de honor
Uno de los valores fundamentales para la actividad profesional es la ética, tanto en lo personal como en sus actividades profesionales. La falta de ética en cualquiera de las dos manifestaciones es demostración de falta de valores, que viene desde el hogar, el entorno de crianza, la formación profesional. Todos estos componentes juegan un papel fundamental en la ética profesional y se manifiestan en la calidad del trabajo profesional, en la ética personal, en su comportamiento en sociedad, en familia.
La ética debe ser tomada con mucho cuidado y con estricto apego a la calidad del profesional. No es ético el falsificar títulos que no se ha obtenido, como el caso de algunos cirujanos plásticos conocido en estos días. Ni es ético torcer la actividad profesional para mostrar resultados o inducir a mostrar resultados contrarios a lo que la profesión aconseja, como ocurrió con juez del Oriente ecuatoriano, queriendo torcer el dictamen de un colega a cambio de licor y dinero. Tampoco es ético utilizar la profesión para satisfacer inclinaciones malsanas, aprovechándose de mujeres o de niños. Quienes proceden en sus actuaciones profesionales con falta de ética deben ser despojados de sus títulos universitarios, prohibiéndoles volver a ejercer la profesión. Para esto existen en los colegios profesionales, los tribunales de honor. ¿Dónde están estos tribunales en el caso de los médicos con títulos falsos de cirugía estética? ¿O en el caso del juez del Oriente?