Cómo debe confesarse en época de pandemia
¿Es posible hacerlo por teléfono o Internet? ❚ La Iglesia da algunas recomendaciones
En esta época en la que los sacerdotes transmiten sus misas a través de las redes sociales y en que la Iglesia se une al llamado de #Quédateencasa, surge la duda de los fieles sobre cómo podrán confesarse mientras dure la emergencia sanitaria.
Si es posible emitir misas en vivo en Facebook, ¿podremos arrepentirnos de nuestros pecados haciendo uso de la tecnología?
Hace pocos días en Perú, el obispo de Caravelí, monseñor Reinhold Nann, se enfrentó a esta duda y surgió entonces la controversia. “Doy permiso para que los sacerdotes puedan confesar por teléfono”, dijo. Es más, indicó que lo autorizaba mientras durara el estado de emergencia.
La decisión la anunció a través de un comunicado el 15 de marzo, día en que se declaró el estado de emergencia en Perú y el aislamiento social obligatorio por quince días.
Pero su “permiso” no duró mucho. Cinco días después anuló su decisión. Dijo que lo hizo debido al decreto sobre el sacramento de la reconciliación que emitió la Penitenciaría
Apostólica del Vaticano.
“El decreto no menciona la confesión por teléfono. Queda entonces anulada la posibilidad”, rectificó el prelado de origen alemán, de 59 años, que llegó a Perú en 1991 y tiene un bachillerato en Teología.
Además, en el manual de teología dogmática donde constan las enseñanzas de la Iglesia se resalta que para que la confesión tenga validez, debe realizarse de manera imprescindible con la presencia física del penitente ante el confesor.
La Santa Sede, en su documento ‘Iglesia e Internet’, lo ratifica. “No existen sacramentos por Internet” y aquello también aplica al teléfono y a cualquier otro medio remoto, precisa un artículo de Aciprensa.
El padre Cléver Barzallo Zambrano, vicario episcopal sur de la Arquidiócesis de Guayaquil y párroco de San Juan Bautista (Los Esteros), explica que cuando hay momentos excepcionales como el actual en los que la persona no puede acudir a la iglesia, la norma contempla que es posible arrepentirse de corazón desde su casa por haber ofendido a Dios e incumplir los mandamientos.
Deberá entonces hacer sus oraciones desde su hogar o el lugar donde se encuentre con la promesa de que, lo más pronto posible, cuando pueda acercarse a una iglesia ante un sacerdote, acudirá a confesar sus pecados. Esa debe ser la norma.
El padre Luis Jaramillo, de la parroquia Padre Eterno, en la urbanización Pájaro Azul, recuerda que la confesión es personal y que eso no ha cambiado. Añade que en casos excepcionales en los que la persona sienta que debe acudir ante el sacerdote, puede ir a la iglesia guardando seguridades como la distancia y llevar mascarilla, que deben usarla tanto el penitente como el confesor. Y tendrán que mantener ese diálogo en un lugar ventilado fuera del confesionario.
Hace pocos días, el Vaticano propuso a los obispos que se permita la absolución general en hospitales infectados por el coronavirus.
“Corresponde siempre al obispo diocesano determinar, en el territorio de su propia circunscripción eclesiástica y en relación con el nivel de contagio pandémico, los casos de grave necesidad en los que es lícito impartir la absolución colectiva”, indica la Penitenciaría.
Un ejemplo es la entrada de los hospitales, donde están ingresados los contagiados en peligro de muerte. En estos casos, se debe tratar de utilizar los medios de amplificación de la voz para que pueda escucharse la absolución. Se refirió también a que se debe considerar la necesidad de establecer grupos de ‘capellanes extraordinarios de hospitales’, para garantizar asistencia espiritual a enfermos y moribundos.