Murió por supuesta sobredosis, pero debe esperar el resultado del COVID-19
Antes de su deceso fue atendido en el hospital de El Empalme
Encontrar una funeraria para sepultar a Andrés Murillo se convirtió en un suplicio para sus familiares. El hombre, de 44 años, murió el martes en los exteriores del hospital de El Empalme, en la provincia del Guayas, unas horas después de que acudiera a ese lugar por asistencia sanitaria.
Los médicos le dijeron a la policía que atendieron a Murillo el lunes, a las 17:00, por presunta sobredosis de sustancias sujetas a fiscalización. Incluso le realizaron exámenes, lo hidrataron y le aplicaron complejo B.
Como no dejaba de sentirse mal, aseguran los médicos, el hombre intentó sustraerse medicamentos y al ser descubierto se retiró del lugar y se sentó en la vereda. En la mañana estaba tendido en la calzada, con un solo zapato. Al principio pensaron que estaba dormido.
Su hermano José Aurelio Murillo Jácome tardó horas en saber si le iban a practicar la autopsia, porque le indicaron que primero tenían que hacerle el examen del COVID-19 y esperar los resultados. José Murillo tampoco logró conseguir contratar el servicio funerario.
“Creo que una vez que logre realizarle la autopsia nos tocará sepultarlo por las mismas, ya que no se puede realizar ningún tipo de velación”, detalló el pariente.
Aseguró que, efectivamente, su hermano tenía problemas de adicción y que prácticamente deambulaba por las calles de El Empalme.