Sánchez en aprietos por la lenta normalidad
La crispación política y las caceroladas agitan al Gobierno español
Caceroladas todas las tardes y una crispación política en alza ponen en aprietos al gobierno minoritario en España, cuando intenta completar un desconfinamiento gradual y hacer frente a los estragos económicos de la pandemia del coronavirus.
Tras un hosco debate, el Congreso aprobó el miércoles una quinta prórroga del estado de alarma ante la pandemia hasta el 6 de junio solicitada por el gobierno de Pedro Sánchez, pero con una votación ajustada.
“El caos es usted y lo más grave es que usted asume que es incapaz de proteger a los españoles más que con esta brutal reclusión”, dijo el líder de la oposición de derecha, Pablo Casado, cuyo Partido Popular votó en contra.
El Gobierno “vive en una situación siempre crítica, porque necesita los apoyos de unos y de otros porque es un gobierno en minoría, en un contexto en que no ha habido una tregua” política por la pandemia, explicó Paloma Román, directora de la Escuela de Gobierno de la Universidad Complutense en Madrid.
Con una población “mucho más tensa de los habitual” tras diez semanas de confinamiento, según Román, los últimos días ha habido protestas diarias en las calles de Madrid, Zaragoza, Sevilla o Málaga. Los manifestantes acusan al ejecutivo de restringir derechos y de ineptitud ante el COVID-19, que en España ha dejado unos 28.000 decesos.