La muerte del israelí se suma a las indagaciones de Bucaram
Dentro de la delincuencia organizada, la Fiscalía investiga cinco delitos que se unen a tres cargos que ya enfrentan miembros de la familia del exmandatario
El expresidente Abdalá Bucaram regresó ayer a su casa con el mismo grillete electrónico que ya tenía antes de ser detenido la madrugada del 12 de agosto, pero acompañado por un fuerte contingente policial que lo vigilará las 24 horas y con una investigación por delincuencia organizada que comprende, según la Fiscalía, una serie de delitos como enriquecimiento privado no justificado, estafa, uso doloso de documento público, evasión tributaria e, incluso, delitos contra la vida.
Este último por el asesinato del israelí Shy Dahan dentro de la cárcel de Guayaquil, el pasado 8 de agosto.
Con Bucaram fueron procesados tres agentes de la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT) de Quito que, según las declaraciones del extranjero fallecido, les proporcionaban resguardo a él y a su compañero Oren Sheinman. Los agentes eran parte de una escolta de 16 motorizados que “desde hace años”, por decreto presidencial, obliga al Municipio de la capital a prestar este servicio “que responde exclusivamente a la casa presidencial”, dijo ayer el alcalde Jorge Yunda.
La Fiscalía aseguró durante la audiencia de formulación de cargos que los involucrados “habrían conformado un grupo estructurado para planificar actividades delictivas, entre noviembre de 2019 y agosto de 2020, en Quito y Guayaquil”.
Una de esas actividades fue “la obtención de beneficios económicos, varios de ellos en el contexto de la comercialización de pruebas para COVID-19 y de mascarillas”, durante la emergencia sanitaria. Insumos médicos que los israelíes aseguraron venderle a Jacobo Bucaram Pulley, hijo del exmandatario.
El día de la segunda detención de Bucaram Ortiz, la Fiscalía aseguró que Jacobo también está involucrado en el caso. Sin embargo, él se encuentra prófugo.
“En la lucha del pueblo nadie se cansa... 17 de septiembre inscribiré mi candidatura a presidente de la República”, escribió Bucaram luego de arribar a su casa tras la audiencia.
Su primer arresto se produjo el 3 de junio tras varios allanamientos de la Fuerza de Tarea en el marco de las investigaciones por casos de corrupción cometidos durante la emergencia.
En esa redada, la Fiscalía incautó mascarillas, pruebas rápidas y otros insumos en la casa de Bucaram que, según dijo la fiscal Diana Salazar, coincidían “con aquellos que fueron encontrados en el hospital del IESS Teodoro Maldonado Carbo”. Sin embargo, el expresidente nunca fue procesado por la tenencia de esos medicamentos. En cambio, le formularon cargos por tráfico de armas y por tráfico de bienes de patrimonio cultural.
Sus hijos Dalo, Michel y Jacobo y su nuera Gabriela Pazmiño sí están procesados por asociación ilícita por la venta de insumos médicos a diferentes hospitales de Guayaquil. Dentro de esta misma investigación también se encuentran Daniel Salcedo y su hermano Noé, exdirectivos del Teodoro Maldonado Carbo y contratistas del Estado. Dalo, Michel y Gabriela están fuera del país.
En ese proceso, la jueza Gianella Noritz envió ya un oficio a la Interpol en el que le informaba de la medida en contra de los hermanos Buracam y que había solicitado su localización y captura para que sean ingresados a la cárcel de Guayaquil.
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de insumos médicos le vendieron los israelíes a Jacobo Bucaram.