¡Hay que pararles el carro a los que roban en el cerro Santa Ana!
En nuestra ciudad, donde todavía se curan enfermos de COVID19, ahora apareció el problema de los vándalos criollos, que intentan contaminar dos espacios hermosos que deberían tener mejor vigilancia policial. En el Malecón Simón Bolívar, quienes venden turismo a nacionales y extranjeros, culpan de robos a jóvenes que bajan del cerro Santa Ana, mientras que al interior de la ‘alma mater’ porteña, hace poco se rompió toda norma disciplinaria y de respeto a la moral pública, porque los “amigos de lo ajeno” acometieron contra la policía que custodia estos lugares. Sin embargo, quienes atienden sus negocios en las escalinatas del cerro deben ser más precavidos, optimistas y confiar en la labor que realizan nuestras autoridades, para que cuando sanemos del problema sanitario también vendan el turismo de las islas Galápagos, la cordillera de los Andes, la exuberante y extensa vegetación de la Amazonía, los bosques de clima húmedo tropical e inmensas lagunas naturales, protegidas y declaradas reserva de la biosfera por parte de la Unesco. Que el mundo conozca que el 10 % de las especies de plantas de la Tierra se encuentran en nuestro país, donde todavía se practican tradiciones y costumbres ancestrales. Guayaquil es una ciudad multicolor, que siempre abre su corazón al mundo. Debemos cuidarla con esmero para que cuando regresemos de la pandemia hagamos un trabajo más serio sobre lo que significa vender turismo de exportación.
Emilio Ruiz Ortiz