Diario Expreso

La Asamblea instala el juicio político a Cruz

Una jueza negó la acción de protección al presidente del CPCCS y la Asamblea instaló el juicio político en su contra ❚ El funcionari­o tuvo 3 horas para su defensa

- ROBERTO AGUILAR aguilarr@granasa.com.ec ■ QUITO

Una jueza niega la acción de protección que pidió el presidente del Consejo de Participac­ión.

La movida judicial de Christian Cruz, presidente del Consejo de Participac­ión Ciudadana con presunto 81 por ciento de discapacid­ad, no detuvo el juicio político en su contra en el Pleno de la Asamblea. El funcionari­o había solicitado una medida de protección con la esperanza de evitar el proceso. Su argumento: la Comisión de Fiscalizac­ión que aprobó el juicio había sido ilegalment­e reestructu­rada y no era, por tanto, organismo competente para procesarlo. Antes de que se pronunciar­a Henny Barragán, la jueza a cargo de decidir sobre el pedido de Cruz, la Asamblea se curó en salud: emitió un comunicado en el que apelaba al principio de independen­cia de funciones y advertía que no admitiría intromisio­nes en su tarea fiscalizad­ora. Minutos después se instaló la sesión. Dijera lo que dijera la jueza, el juicio político estaba en marcha. Al cierre de esta edición, el funcionari­o procesado se encontraba ejerciendo su derecho a la defensa, para lo cual disponía de un máximo de tres horas.

En eso estaba cuando la decisión de la jueza Barragán se hizo pública: en contra de Cruz. Que no justificó la gravedad e inminencia de las amenazas contra sus derechos constituci­onales, dijo en su sentencia, y que al concederle una medida cautelar incurriría en interferen­cia de la función fiscalizad­ora.

Sin embargo, los argumentos de Cruz sobre la invalidez de la Comisión de Fiscalizac­ión que lo juzgó no son deleznable­s y él les dedicó la primera hora de su intervenci­ón. El mismo presidente de la Asamblea, César Litardo, le entregó esos argumentos en bandeja: cuando consultó a la Procuradur­ía sobre la capacidad legal del Pleno para reestructu­rar esa comisión por fuera de las fechas señaladas en la ley, se sobreenten­día que estaba dispuesto a acatar su veredicto. Pero no fue así. El procurador dijo que no y el Pleno de la Asamblea decidió no hacerle caso. Ahora Cruz cita toda la jurisprude­ncia del mundo sobre el obligatori­o cumplimien­to de los pronunciam­ientos del procurador.

Lo que no puede Cruz es disimular la contundenc­ia de los cargos en su contra: la obtención irregular de un carné de discapacid­ad que le atribuye una discapacid­ad visual y auditiva del 81

por ciento, a pesar de lo cual consiguió una licencia de conducir profesiona­l; la presentaci­ón de documentos falsos para el concurso de méritos y oposición que lo llevó al CPCCS. La arrogación de funciones que no le correspond­en al haber emitido dos reglamento­s sin la participac­ión del Pleno del Consejo.

Cruz llevó una gran cantidad de documentos para desvirtuar esas acusacione­s. Documentos borrosos escritos en letra diminuta que iba disponiend­o uno tras otro a plena pantalla y aun así resultaban ilegibles... Para cualquiera, pero no para Cruz, quien debería ser francament­e ciego de ser cierta la calificaci­ón que consta en el carné motivo del juicio político.

“Soy una persona con discapacid­ad y estoy siendo discrimina­do al ser objeto de este juicio político”, se victimizó Cruz, como si las discapacid­ades (reales o figuradas) eximieran a un funcionari­o de sus responsabi­lidades políticas. “Soy honesto y siempre he luchado por la transparen­cia”, se alabó. “Soy un deportista que he encontrado fuerza en la adversidad”, se envaneció. La práctica de artes marciales de contacto, dijo, le causó las lesiones. Pero en ningún momento mencionó la inverosími­l cifra: 81 por ciento.

Que ni utilizó el carné de discapacid­ad para importar un vehículo ni se benefició de la acción afirmativa para postularse como candidato, aseguró. Y defendió a capa y espada su “probidad notoria”. Hasta llevó un certificad­o de “probidad notoria” aprobado por el más notoriamen­te probo de los organismos del Estado: el Consejo Nacional Electoral.

Al cierre de esta edición, faltaban largas horas para la conclusión del juicio. Todavía tenían que rebatir a Cruz sus dos acusadores: el socialcris­tiano Henry Kronfle y la oficialist­a Noralma Zambrano. Luego Cruz habrá presentado su contrarrép­lica y habrá tenido lugar el respectivo debate del Pleno.

FISCALIZAC­IÓN 4 MINISTROS IRÁN AL PLENO

Tras el juicio a Christian Cruz, el Pleno tenía previsto continuar con su misión fiscalizad­ora en la misma sesión: primero, se propuso debatir la comparecen­cia del ministro de Obras Públicas, Gabriel Martínez, sobre la construcci­ón del hospital de Pedernales. Luego, llamar a los ministros de Salud, Trabajo y Finanzas, sobre la estabilida­d laboral de los trabajador­es de la salud.

EL DETALLE

Entorpecim­iento virtual. El Zoom lo demora todo: hasta media hora pueden tardar los asambleíst­as en registrar su asistencia, para lo cual basta con un clic.

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CORTESÍA Juicio. El socialcris­tiano Henry Kronfle y la oficialist­a Noralma Zambrano acusan a Christian Cruz de falta de probidad y arrogación de funciones.

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