UNA GOLEADA
que vacuna a Ecuador contra la pandemia
Otra vez el fútbol hizo lo que ninguna otra actividad puede. Resucitó la ilusión, sacó del letargo pandémico a los ecuatorianos y, durante más de 90 minutos de buen juego, devolvió al país esa atmósfera de disfrute que quedó eclipsada hace siete meses por el coronavirus.
Gustavo Alfaro contó el partido dos días antes. Explicó su estrategia con tanta normalidad que hasta parecía sospechoso. Sin embargo, los tricolores cumplieron y golearon a Uruguay ayer en el Rodrigo Paz, por la segunda fecha de las eliminatorias al Mundial de Catar 2022.
El técnico argentino explicó que la palabra clave era paciencia. Lo primero, dijo, era hacerse fuertes con la posesión de la pelota y después obligar a los uruguayos a caer en su juego.
Y así fue. Ecuador controló el balón. Sabiendo que Uruguay iba a encerrarse, empezó con calma, teniendo el esférico y regresándolo en repetidas ocasiones hasta su propia área. El objetivo fue invitar al visitante a salir un poco más.
Y los charrúas cayeron. En menos de diez minutos adelantaron las líneas y ahí los dueños de casa sacaron las garras: hicieron más ancho el campo con la proyección de los dos laterales y, de paso, dieron más problemas por el callejón central con las constantes proyecciones de Moisés Caicedo. Además de eso, Ángel Mena jugó endiablado y Renato Ibarra se combinó muy bien con Pervis Estupiñán.
Así, en apenas 14 minutos la Tri generó dos oportunidades claras de gol y anotó el primer tanto: un centro de Ángel Mena fue desviado por Moisés Caicedo y el balón se metió en el arco.
Y con la misma fórmula, una y otra vez Ecuador causó mucho daño. En la última jugada del primer tiempo, Michael Estrada puso la segunda. Esta vez aprovechó un rebote dentro del área y sacó un potente remate que hizo imposible el intento del guardameta charrúa.
En el segundo tiempo el equipo tricolor mantuvo la velocidad y la precisión y anotó dos tantos más gracias a Estrada y Plata.
Solamente después de eso Uruguay encontró el camino, con dos goles de penal anotados por Luis Suárez, que solo sirvieron para maquillar el resultado.