La agenda festiva quiteña arranca entre cuestionamientos y quejas
La contratación de eventos con los que se celebra a la urbe se hizo por régimen especial ❚ El 93 % son virtuales ❚ Concejales y artistas piden transparencia
Zumba en el patio de la Secretaría de Salud la elección del ‘balcón más alaja’ en La Mariscal o una serenata de La Metro Band en el centro histórico. Desde hoy, la agenda por las fiestas de Quito se intensifica.
Pero el calendario festivo, que se extenderá hasta el lunes 7 de diciembre, no llega sin cuestionamientos, sobre todo al presupuesto empleado, que suma $ 543.000, y a la aplicación de los contratos para la puesta en escena de las actividades, realizados a través de la figura de régimen especial.
“Nos preocupa que se gaste más de medio millón de dólares en una agenda con 93% de actividades virtuales, y de paso que la contratación se haya hecho a través de intermediarios, de productoras, no directamente con los artistas. Esto significa más gastos para la ciudad, menos obras y de paso, también menos ingresos para los artistas que dejarían de ganar $ 800 para ganar $ 200 a través de un intermediario. Es necesario que se haga un seguimiento”, señaló el concejal Fernando Morales.
Los contratos son dos. Uno de $ 243.100 contempla la organización de eventos tradicionales, eventos de territorio y programación independiente, y sus rubros van desde $ 150 a las bandas que participan en el Festival de Pasacalle, $ 300 a los artistas de las tunas o bandas de Rock, a $ 1.600 a artistas de trayectoria. El segundo, para ‘eventos hito’, es para la organización de las plataformas móviles que recorrerán la ciudad, y en el que se invertirá $ 300.000. En este contrato, el rubro promedio es de $ 1.000 por artista.
¿Cómo se determinan los rubros? No se sabe.
“Se realizan las contrataciones para la producción técnica sin concursos públicos, a dedo. Y lo mismo con la contratación de grupos y artistas. ¿Cuáles son los criterios de selección? Y ¿cuáles son los parámetros para el pago a grupos y artistas? Y otra vez la precarización, pagos pírricos a grupos y artistas. Festivales con presupuestos reducidos al mínimo. Y a los artistas no les queda más opción que aceptar”, comentó el gestor cultural Pablo Salgado.
En la justificación económica de cada contrato, la secretaría de Cultura tampoco define estos criterios. Los documentos solo señalan lo siguiente: “no existen procesos similares con características requeridas por la Secretaría de Cultura, no procede la utilización de la calculadora para determinar el presupuesto referencial correspondiente”.
EXPRESO solicitó una entrevista a Diego Jara, titular de la secretaría, pero no hubo respuesta. La entidad envió un pronunciamiento, en el que señaló que “la inversión representa un 0,5% del presupuesto de distrito y se financia con el presupuesto de la Secretaría de Cultura y otras asignaciones municipales, siendo una parte mínima de lo que se preveía para 2020”.
Este también indica que “El fin último es apoyar al sector cultural y reactivarlo”.
A ese análisis se sumó en una entrevista la concejala Analia Ledesma, quien preside la comisión de Turismo y Fiestas del Distrito Metropolitano. “Son $ 543.000 que nos están juzgando, cuando otras ciudades gastan más de $ 900.000 para un mural. No quiero criticar, se ha dado trabajo, pero son $ 500.000. Otros años se han gastado 4 millones, 3 millones”.
183 EVENTOS
se llevarán a cabo a lo largo de once días. Cien son de la Secretaría de Cultura.