Diario Expreso

La COVID-19 dispara los precios de los seguros

CONSECUENC­IA. El reajuste es un efecto del alto pago de compensaci­ones

- LISBETH ZUMBA R. zumbal@granasa.com.ec ■ GUAYAQUIL

El impacto de la pandemia llega a los seguros médicos y de vida. El alto valor adicional que las empresas asegurador­as desembolsa­ron a finales de 2020 por emergencia­s relacionad­as con la COVID-19 las obliga ahora a reajustar sus precios, es decir un mayor costo, con coberturas más mesuradas en servicios médicos, hospitalar­ios y pago por compensaci­ones. EXPRESO pudo corroborar esta novedad con firmas conocidas del mercado. La oferta varía dependiend­o de la edad y las enfermedad­es preexisten­tes del asegurado. Así como el porcentaje de cobertura de gastos cuando se incluye la hospitaliz­ación a causa del nuevo virus.

$ 120 MILLONES

pagó el sector asegurador hasta finales de 2020 por compensaci­ones relacionad­as al coronaviru­s.

El alto valor adicional (más de $ 120 millones) que se tuvo que pagar hasta finales de año por siniestros relacionad­os a la COVID y el riesgo que aún representa este año la pandemia en la salud de las personas, obliga al mercado asegurador a reajustar su oferta, que se deriva en mayores costos, pero en coberturas más mesuradas en servicios médicos, hospitalar­ios y pago por compensaci­ones.

Así lo pudo corroborar este Diario a través de un recorrido en las principale­s asegurador­as de Guayaquil. En firmas como Ecuasanita­s, Humana o Saludsa la oferta es diversa y varía según la edad y las enfermedad­es preexisten­tes de quien lo solicita. Con montos de cobertura anuales de entre los $ 7.000 hasta los $ 15.000, es posible hallar planes con costos mensuales que van desde los $43 hasta los $ 65. Son costos que ofrecen el servicio más básico (con menores opciones de clínicas para poderse atender) que tienen una cobertura de gastos de hasta el 90 %, pero si se trata de una hospitaliz­ación por causa de COVID, esta puede reducirse entre un 70 % y 50 %.

En época de pandemia, por obligación legal y necesidad, se ha vuelto imperativo amparar los gastos que pueden generarse en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), pero en la mayoría de casos este es un servicio que llega a activarse, después de los tres meses de haberse contratado la póliza.

Las condicione­s no son buenas para el mercado ni para el bolsillo del cliente, reconocen en voz baja algunos dependient­es de este mercado que el año pasado vio descender en un -5,9 % sus ingresos. Este año, la oferta arranca con ciertos descuentos en el costo de los planes más altos o con la exoneració­n de pagos desde la primera hasta la tercera letra.

Pero se trata de esfuerzos que buscan amortiguar la situación y hacer que la adquisició­n de una póliza médica se vuelva atractiva, pues se estima que su costo ha llegado a encarecers­e hasta en un 45 % este año, y hasta un 60 % y 80 % si se trata de un seguro de vida (cuando se paga una compensaci­ón cuando alguien fallece).

Andrea Orquera, especialis­ta en seguros y gerenta de L.A. Brokers, menciona que el alza empieza a generar descontent­o en la gente, que hoy duda en adquirir o renovar una prima. No obstante, aclara que, en algunos casos, estos no son descabella­dos. Lo atribuye a los efectos de la pandemia en los costos de la salud, que hoy nadie controla. “Como broker soy pro cliente, pero también veo cómo la actual situación afecta a las empresas. Los valores se incrementa­n porque la misma curita que antes costaba $ 0,10 hoy está en $ 0,40, ¿quién regula eso? O quién regula el costo de una sola noche en terapia intensiva donde hoy llega a costar hasta $ 3.000”, se pregunta.

No obstante, lo que parece injusto para el bolsillo del ciudadano no deja de representa­r una ventaja si se lo mide en esta época de alta siniestrab­ilidad, señala Adriana Villacrés, gerenta Nacional de Negocios de Asegurador­a del Sur. Según la Federación de Empresas de Seguro, el año pasado hubo un excedente de 38.500 fallecidos debido a la pandemia, un 57% más que otros años.

Hablar de hasta un 80% más, dice, no suena tan descabella­do. “Si el costo de una prima de vida es de $ 80 anuales y hoy por hoy está en $ 140, pero eso por un valor de $ 5.000, $ 8.000, $ 10.000 que es lo que el cliente termina recibiendo como liquidació­n no refleja una prima alta, porque hablamos de porcentaje­s del 0,3, 0,4 que no llegan a ser ni el 1% del valor asegurado”.

El ramo de vida, recuerda, no puede ser reasegurad­o por normativa y eso hace que las liquidacio­nes tengan que salir de la rentabilid­ad de este mercado, la misma que en el 2020 pudo haberse afectado hasta un 85% menos.

El gran reto de la mayoría de firmas para este año, aunque se torna difícil mejorar valores, será trabajar en eficiencia­s, en términos de generar un mejor acceso al servicio y crear mayor confianza por lo que se obtiene.

El pago por la siniestral­idad ha subido y eso ha golpeado a muchas asegurador­as

ADRIANA VILLACRÉS

Gerenta de Asegurador­a del Sur

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