La COVID-19 dispara los precios de los seguros
CONSECUENCIA. El reajuste es un efecto del alto pago de compensaciones
El impacto de la pandemia llega a los seguros médicos y de vida. El alto valor adicional que las empresas aseguradoras desembolsaron a finales de 2020 por emergencias relacionadas con la COVID-19 las obliga ahora a reajustar sus precios, es decir un mayor costo, con coberturas más mesuradas en servicios médicos, hospitalarios y pago por compensaciones. EXPRESO pudo corroborar esta novedad con firmas conocidas del mercado. La oferta varía dependiendo de la edad y las enfermedades preexistentes del asegurado. Así como el porcentaje de cobertura de gastos cuando se incluye la hospitalización a causa del nuevo virus.
$ 120 MILLONES
pagó el sector asegurador hasta finales de 2020 por compensaciones relacionadas al coronavirus.
El alto valor adicional (más de $ 120 millones) que se tuvo que pagar hasta finales de año por siniestros relacionados a la COVID y el riesgo que aún representa este año la pandemia en la salud de las personas, obliga al mercado asegurador a reajustar su oferta, que se deriva en mayores costos, pero en coberturas más mesuradas en servicios médicos, hospitalarios y pago por compensaciones.
Así lo pudo corroborar este Diario a través de un recorrido en las principales aseguradoras de Guayaquil. En firmas como Ecuasanitas, Humana o Saludsa la oferta es diversa y varía según la edad y las enfermedades preexistentes de quien lo solicita. Con montos de cobertura anuales de entre los $ 7.000 hasta los $ 15.000, es posible hallar planes con costos mensuales que van desde los $43 hasta los $ 65. Son costos que ofrecen el servicio más básico (con menores opciones de clínicas para poderse atender) que tienen una cobertura de gastos de hasta el 90 %, pero si se trata de una hospitalización por causa de COVID, esta puede reducirse entre un 70 % y 50 %.
En época de pandemia, por obligación legal y necesidad, se ha vuelto imperativo amparar los gastos que pueden generarse en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), pero en la mayoría de casos este es un servicio que llega a activarse, después de los tres meses de haberse contratado la póliza.
Las condiciones no son buenas para el mercado ni para el bolsillo del cliente, reconocen en voz baja algunos dependientes de este mercado que el año pasado vio descender en un -5,9 % sus ingresos. Este año, la oferta arranca con ciertos descuentos en el costo de los planes más altos o con la exoneración de pagos desde la primera hasta la tercera letra.
Pero se trata de esfuerzos que buscan amortiguar la situación y hacer que la adquisición de una póliza médica se vuelva atractiva, pues se estima que su costo ha llegado a encarecerse hasta en un 45 % este año, y hasta un 60 % y 80 % si se trata de un seguro de vida (cuando se paga una compensación cuando alguien fallece).
Andrea Orquera, especialista en seguros y gerenta de L.A. Brokers, menciona que el alza empieza a generar descontento en la gente, que hoy duda en adquirir o renovar una prima. No obstante, aclara que, en algunos casos, estos no son descabellados. Lo atribuye a los efectos de la pandemia en los costos de la salud, que hoy nadie controla. “Como broker soy pro cliente, pero también veo cómo la actual situación afecta a las empresas. Los valores se incrementan porque la misma curita que antes costaba $ 0,10 hoy está en $ 0,40, ¿quién regula eso? O quién regula el costo de una sola noche en terapia intensiva donde hoy llega a costar hasta $ 3.000”, se pregunta.
No obstante, lo que parece injusto para el bolsillo del ciudadano no deja de representar una ventaja si se lo mide en esta época de alta siniestrabilidad, señala Adriana Villacrés, gerenta Nacional de Negocios de Aseguradora del Sur. Según la Federación de Empresas de Seguro, el año pasado hubo un excedente de 38.500 fallecidos debido a la pandemia, un 57% más que otros años.
Hablar de hasta un 80% más, dice, no suena tan descabellado. “Si el costo de una prima de vida es de $ 80 anuales y hoy por hoy está en $ 140, pero eso por un valor de $ 5.000, $ 8.000, $ 10.000 que es lo que el cliente termina recibiendo como liquidación no refleja una prima alta, porque hablamos de porcentajes del 0,3, 0,4 que no llegan a ser ni el 1% del valor asegurado”.
El ramo de vida, recuerda, no puede ser reasegurado por normativa y eso hace que las liquidaciones tengan que salir de la rentabilidad de este mercado, la misma que en el 2020 pudo haberse afectado hasta un 85% menos.
El gran reto de la mayoría de firmas para este año, aunque se torna difícil mejorar valores, será trabajar en eficiencias, en términos de generar un mejor acceso al servicio y crear mayor confianza por lo que se obtiene.
El pago por la siniestralidad ha subido y eso ha golpeado a muchas aseguradoras
ADRIANA VILLACRÉS
Gerenta de Aseguradora del Sur