Más periodismo en un debate todavía renuente al careo
16 VOCES. Pese a la cifra, el votante requiere la presencia de todos para decidir
El segundo debate presidencial organizado por la Cámara de Comercio de Guayaquil y la Universidad de Especialidades Espíritu Santo se mostró más dinámico, pero aún con la nostalgia de algo de réplica y contrarréplica entre candidatos. La periodista y moderadora del evento, Andrea Bernal, supo manejar a los siete primeros aspirantes y le inyectó esa dosis de contraposición de ideas que no vino de los postulantes. Sus intentos de incitar a la contraposición de criterios resultaron infructuosos. Hoy es la segunda y última parte del encuentro.
EL DATO
Reimpresión. Más de medio millón de dólares costará corregir el evitable error de impresión en las papeletas de los candidatos a presidente.
Si quedaba alguna duda de que los candidatos no quieren debatir, ayer se confirmó. La primera parte de este debate presidencial, organizado por la Cámara de Comercio de Guayaquil junto con la Universidad de Especialidades Espíritu Santo, pintaba, por las particularidades de la modalidad, como uno más dinámico, con mayor margen a ver y escuchar algo de réplica y contrarréplica de ideas entre candidatos. Pero nada.
Quedó claro que no es la modalidad, ni la falta de una moderadora o moderador poco incisivo. Son los candidatos los que no quieren debatir. Este segundo careo presidencial contempló no solo preguntas particulares para cada uno sobre un mismo tema, sino que cada postulante a Carondelet tenía opción a dos comodines para comentar o replicar, pero en lugar de ser utilizados para confrontar a sus rivales se convirtieron en un espacio para la promoción de sus propuestas.
La moderadora y periodista Andrea Bernal fue la única que se animó (sin ser candidata) a impulsar un debate. En reiteradas ocasiones incitó a los aspirantes a utilizar sus comodines, pero las respuestas siempre fueron el silencio, como el de los niños de escuela cuando la maestra pregunta quién quiere pasar al pizarrón. “Se anima, candidato Freile”, dijo Bernal dirigiéndose al aspirante presidencial Pedro Freile, del movimiento Acción Movilizadora Independiente Generando Oportunidades. “Si me va a dar uno (un comodín) gratis”, respondió.
Bernal sí utilizó las herramientas que las reglas del encuentro le otorgaban: hasta dos repreguntas por candidato en cada tema y, sobre todo, un impecable cuestionario.