El cannabis crece en ventas legales en Canadá
La explicación del incremento del consumo registrado es que los usuarios están abandonando el mercado negro ❚ El Gobierno impulsó la legalización
La legalización del consumo de marihuana redujo de forma significativa el mercado negro.
Las dificultades económicas derivadas de la COVID-19 no han hecho mella en el cannabis legal canadiense. De hecho, sus ventas han aumentado. Las cifras muestran un incremento en el consumo durante los meses de crisis sanitaria, aunque un factor esencial para explicar esta mejoría en los libros de cuentas es, según los expertos, que los clientes están abandonando el mercado negro.
Los liberales de Justin Trudeau legalizaron la marihuana recreativa en Canadá en octubre de 2018, convirtiéndolo en el segundo país en implementar la medida tras Uruguay.
Ya hace meses una encuesta de la firma Léger arrojó que el 27% de los usuarios canadienses de cannabis lo estaba consumiendo más durante la pandemia. En septiembre, un ejercicio similar a cargo de Mental Health Research Canada lo situó en 29%.
“Antes de la COVID compraba siete gramos de flores al mes; ahora, un poco más de diez”, afirma Kate, una treintañera que labora en una firma contable, a la salida de la sucursal de la Sociedad Quebequesa del Cannabis sobre el bulevar Acadie de Montreal.
Serge Brochu, profesor de la Universidad de Montreal y director científico del Instituto universitario sobre las dependencias, comenta sobre el aumento del consumo: “La ansiedad y el estrés se han incrementado. Son tiempos de incertidumbre y preocupación. El cambio en las rutinas también lo explica. Muchas actividades, como ir al cine o al gimnasio, no están permitidas”.
Olga Chernoloz, directora científica de Wake Network, declaró al The Toronto Star que la tensión por la incertidumbre en estos meses es muy difícil de soportar, por lo que algunas personas “buscan a través del cannabis que las cosas no sean tan sombrías”. Sin embargo, consideró que no puede ser una solución a largo plazo.
Omar Youssouf, analista sobre comercio minorista en Estadísticas Canadá – la agencia federal que recopila datos oficiales– , escribió en agosto que, pese a que resulta complicado atribuir con precisión el aumento a la pandemia, el hecho de que las personas pasen más tiempo en casa y gasten más en comida y bebida puede sugerir que esté ocurriendo lo mismo con la hierba.
Casi todas las provincias canadienses han incluido a las tiendas legales de cannabis en la lista de servicios esenciales durante los confinamientos, al mismo nivel que supermercados, farmacias y licorerías.
En octubre de 2019, al cumplirse un año de la legalización, Scotiabank calculaba que el mercado negro controlaba aún el 71% del total; la Sociedad Quebequesa del Cannabis lo situaba en 80%. Estadísticas Canadá publicó el pasado diciembre que, de acuerdo a sondeos recopilados entre abril y junio, el 55% de los encuestados manifestó que su fuente habitual de cannabis proviene de la legalidad. Algunos expertos sostienen que esta cifra puede ser exagerada, aunque confirman que las tiendas autorizadas y las ventas legales por internet han ganado terreno.
Los números indican que el mercado legal está avanzando, especialmente durante los tiempos del coronavirus. De acuerdo a Estadísticas Canadá, las ventas legales en 2019 fueron por 1.200 millones de dólares canadienses; en 2020 representaron 2.600 millones, un aumento del 108%. En Columbia Británica, el incremento fue del 193%; en Manitoba, del 107%. La Sociedad Quebequesa del Cannabis anunció ventas por 120 millones de dólares en el segundo trimestre de 2020; 56,6 millones en el mismo periodo del año anterior.
En estos tiempos algunas personas buscan a través del cannabis que las cosas no sean tan sombrías.
OLGA CHERNOLOZ, directora científica de Wake Network
Esta progresión – según la prensa especializada– se explica por un mayor número de tiendas autorizadas, menores problemas de suministro, aumento de la calidad y precios más competitivos.
“También hay que tomar en cuenta que, en esta crisis, algunas personas prefieren ir a un local que cumpla con medidas sanitarias en vez de darse cita con un vendedor callejero. Además, se percibe un deseo más pronunciado de comprar por vías legales.” sostiene Brochu.