PRIMERAS EMPRESAS de capital abierto
La mayoría de las empresas en Ecuador y otros países del mundo tienen corta vida, entre 30 y 40 años. Ninguna de las compañías mencionadas creadas en el siglo XIX y primeras décadas del XX lograron sobrevivir
En los últimos decenios del siglo XIX existió en Guayaquil gran actividad económica por los incrementos anuales de las exportaciones de cacao; sus productores y exportadores usaron parte de las utilidades para crear nuevas compañías en los sectores comercial, industrial y servicios. Así se fue diversificando la economía del país, de cierta manera democratizando los capitales. La mayoría de las nuevas empresas no pertenecieron a pocos accionistas, fueron muchos. Hubo sociedades anónimas con más de 50 accionistas. Para fines del siglo XIX, nuestra ciudad había tenido dos bolsas de valores, lamentablemente ambas con corta vida sin embargo sirvieron para fomentar la actividad bursátil. Hacia los primeros años del siglo XX había en Guayaquil 17 empresas de capital abierto, entre ellas: bancos, empresa de: teléfonos, luz eléctrica, transporte dentro de la ciudad, entretenimiento y otras. Una vez más la gestión empresarial había demostrado ser resiliente, tomando en cuenta que fueron años de la revolución liberal y la destrucción de la ciudad debido a un dantesco incendio que duró tres días. Con el cierre de la segunda bolsa de valores en los setenta he tratado de averiguar cómo se hacían las transacciones diarias de las acciones. Parece que en los bancos funcionó la sección bursátil.
Los grandes inventos de fines del siglo XIX habían sido: luz eléctrica y telefonía. Guayaquil ya contaba con esos servicios, indispensables para la prosperidad; el tiempo de producción y de comunicación se redujo considerablemente.
Nuestra ciudad estuvo a la vanguardia en la introducción de los inventos europeos y estadounidenses. Para fines del siglo XIX los guayaquileños poseían gran experiencia en gestión bancaria, sus bancos tenían 100% de los depósitos, no había bancos en Quito, ni otras ciudades del país. Manejaban la mayoría de las transacciones en divisas y del comercio exterior. Entre ellos estaban el Banco del Ecuador, Banco Comercial & Agrícola, Banco de Crédito Hipotecario y Banco Territorial. La conectividad no pertenece al siglo XXI, ya desde fines del siglo XIX, Guayaquil estaba conectada con el exterior a través del cable submarino y dentro de la ciudad, con la Compañía Nacional de Teléfono. Para mejorar la iluminación de la ciudad se establecieron la Empresa de Luz y Fuerza Eléctrica y Compañía de Alumbrado. La Empresa de Carros Urbanos se creó para ofrecer el transporte dentro de la ciudad. Trabajaba en base a rutas que salían de la Plaza de San Francisco cada veinte minutos. Al referirse a ella, la publicación Ecuador en Chicago (1894) comentaba: “…es una de las importantes de la costa del Pacífico”. Sugería que como ya contaban con dos proveedores de electricidad, la mencionada empresa debía importar los carros eléctricos.
Por esos años se estableció la fábrica de calzado que sirvió para promover el uso del zapato ampliando el número de usuarios, miles de personas dejaron de andar descalzos. En aquellos tiempos, como hoy el zapato era símbolo de estatus. Por el dantesco incendio ocurrido en 1896, las compañías de seguro quebraron, pero pocos años después nació la Compañía de Seguros Guayaquil.
Como el aseguramiento era una necesidad, la Cámara de Comercio de Guayaquil fundada en el periodo bajo estudio, gestionó el establecimiento del Seguro Nacional de Incendios. También recomendó al presidente Eloy Alfaro adoptar el sistema monetario conocido como Patrón de Oro en lugar del Bimetalismo. Los empresarios querían que la moneda Sucre fuera sólida y no estuviera expuesta a pérdida de valor como había sucedido con el peso ecuatoriano.