Las lluvias reavivan el riesgo en el río Coca
Inician obras preventivas para proteger el SOTE y la central Coca Codo
Las intensas lluvias que soporta en las última horas la Amazonía ecuatoriana hacen incrementar el caudal y la fuerza del río Coca, lo que reactivaría el proceso erosivo que registra desde hace un año en el sector de San Rafael, en la provincia del Napo.
El fenómeno ha puesto en jaque a estratégicas infraestructuras del Sistema de Oleoductos Transecuatoriano (SOTE) y de la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, que se encuentran situadas en la zona.
Ante la amenaza, Petroecuador y la Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec), a cargo de esos bienes del Estado, anunciaron nuevos trabajos emergentes para reducir los impactos del proceso erosivo.
“El fenómeno natural de la erosión regresiva y lateral del río Quijos (Alto Coca) y sus afluentes sigue activo en la zona de San Rafael, lo cual representa un riesgo para la tubería del SOTE”, señaló ayer la estatal petrolera al informar sobre la construcción de dos nuevas variantes del recorrido de la tubería, que son adicionales a las cuatro ya efectuadas.
Las nuevas variantes reemplazarán secciones vulnerables del ducto principal. La quinta tendrá una extensión aproximada de 603 metros y la sexta, 763 metros. Ambas estarán ubicadas en el sector de San Luis, en el límite provincial entre Napo y Sucumbíos.
La empresa pública tiene previsto invertir $ 3,6 millones adicionales en esa obra, según informó. Se espera que esos trabajos estén concluidos en marzo próximo.
Celec, por su parte destacó que desde hace 148 días, el punto de la erosión regresiva se mantiene a 10,5 km de la captación de la central Coca Codo Sinclair, sin que hasta ahora afecte la operación de la hidroeléctrica.
Las obras para evitar que la central de generación de energía resulte afectada implican una inversión que llegaría a los $ 120 millones.
El pasado mes de enero la empresa concluyó un trabajo de perforaciones aguas abajo de las obras de captación de la central, para hacer estudios que aporten a mejorar el conocimiento de la geología del sector.
Durante la época de estiaje, la entidad también construyó cinco diques (cuatro de enrocado y uno con contenedores rellenos de hormigón), y ahora anuncia la implementación de dos diques adicionales.
La decisión de complementar obras de este tipo -menciona la entidad- se tomó en vista de la efectividad demostrada para soportar crecidas del río de aproximadamente 1.000 metros cúbicos por segundo.