La banca lucha con su propia pandemia
El impacto más fuerte lo recibe el microcrédito ❚ Las entidades refuerzan su patrimonio
El pago de más de 10 mil millones de dólares de deudas que fue diferido para dar alivio financiero a los clientes, tiene consecuencias en el sistema financiero.
La Asociación de Instituciones de Microfinanzas (Asomif) está preocupada por ello. Es que la mayor proporción de los diferimientos fue de microcrédito, con un 70 % de aplazamientos, sector de los más golpeados “debido a que sus actividades son las que diariamente se alimentan de una cadena de pagos que se ha estancado o disminuido fuertemente”.
Aunque dice Patricio Chanaba, su director ejecutivo, el sistema bancario ha sabido capear el temporal, preservando la confianza de los clientes y manteniendo su solidez y estabilidad. Tanto la liquidez de la banca como del sector cooperativo se ha fortalecido en este período, fomentando la seguridad y confianza de los depositantes. El aumento de los depósitos del público refleja esa certeza.
La reactivación crediticia va tomando cuerpo, pero el problema no es de oferta de recursos sino de demanda del mercado, en medio de una economía que necesita el impulso de toda la sociedad, no solo del sector financiero.
“Los mercados de microcrédito y consumo han sido los más golpeados durante la pandemia. Los bancos especializados en microfinanzas han licuado casi todos sus ingresos para cubrir las pérdidas. Sin embargo, entre enero y noviembre de 2020 han colocado $ 829 millones en más de 1 millón de operaciones de crédito, generando montos promedio de 827 que ayudan a los microempresarios de bajos ingresos”, agraga Chanaba.
A noviembre 2020, los 5 bancos asociados a Asomif -Dmiro, Solidario, Visionfund, Finca, Bancoderalloro- atienden a más de 834 mil clientes y reportan una cartera total de microcrédito y consumo de 948 millones de dólares. A pesar
de estas circunstancias y de cómo termina el 2020 la banca ha respondido, según Asobanca.
En el caso del Pacífico, “el Banco ha estado en la capacidad
de responder efectivamente al impacto que ha traído consigo la pandemia de COVID19, aplicando las medidas de alivio financiero que fueron dispuestas por los organismos de control así como otras medidas de alivio que el banco ha considerado adecuadas”. Lo mismo ha hecho el resto.
“También ha venido realizando un seguimiento específico sobre las variables fundamentales del negocio, como lo son los depósitos, la cartera, la morosidad, la liquidez y las provisiones, lo que ha permitido mantener un nivel de estabilidad de la institución al término del 2020. De forma particular, durante el año fue una prioridad el fortalecimiento de la liquidez y de las provisiones, así como el seguimiento constante al comportamiento de los clientes para evitar el deterioro de la relación de los mismos con el banco”, anota.
EL DETALLE
Capitalización. Desde inicios de este 2020, bancos como el Guayaquil y el Bolivariano aumentaron su capital pagado.
DETALLES
PROVISIONES
A noviembre 2020, los bancos han constituido $ 360 millones de provisiones más que en noviembre de 2019, “sacrificando los ingresos y la rentabilidad, en beneficio de la solidez del sistema para seguir apoyando la reactivación”. A inicios de 2021, gran parte de ellos aumentó su capital pagado.
LOS DEPÓSITOS
Los depósitos del público del sistema bancario se han ido fortaleciendo. Luego de las ligeras caídas de marzo y abril de 2020, en noviembre se encontraban 5 % por encima de lo registrado en febrero de ese año, de acuerdo con los datos estadísticos de la Superintendencia de Bancos.