AUSTRALIA, EL REINO DE NOLE
El número uno fulminó a Medvedev por 7-5, 6-2 y 6-2 y logra su noveno título en Melbourne, el tercero consecutivo. Suma 18 grandes
Novak Djokovic se lleva el dedo índice hacia la sien. “Cabeza, cabeza, cabeza”, se dice. Lo hace después de ofrecer un recital de juego y temple, tras desmontar a Daniil Medvedev en una final que se preveía más ajustada y que, contra todo lo escrito y pronosticado en la antesala, el número uno ha resuelto con maestría para elevar su noveno cetro en Melbourne: 7-5, 6-2 y 6-2, en 1h 53m. Es el tercero seguido en el grande australiano y el octavo de las once últimas ediciones, y contiene el aderezo histórico que comprime la gran carrera histórica: son ya 18 grandes. El serbio, pues, se sitúa a solo dos de Rafael Nadal y Roger Federer, ambos con 20, y dibuja un escenario fascinante para lo que resta de temporada.
En Australia, la vida sigue igual. De la misma forma que
París es de Nadal y Londres de Federer, el primer major del curso está bajo el protectorado de Djokovic. Nadie se desenvuelve en las Antípodas como el serbio, un prodigio de elasticidad y saber guerrear, soberbio en la lectura de este último triunfo contra un estratega de tomo y lomo como Medvedev.
Hay que recordar que las cosas no han sido fáciles para Nole. Venía de un período complicado, después de aquel pelotazo que le despachó de Nueva York cuando soplaba el viento a su favor y de haber sido desnudado por Nadal en la versión otoñal de Roland Garros. Luego vino la polémica, algunos enredos por la cuarentena de Melbourne y un insinuado intercambio dialéctico con el balear; volvió a estar la diana en pleno torneo, cuando contó que sufría una lesión importante en el costado derecho y barajaba abandonar. Cuestionada la dolencia, fue sobreponiéndose y este domingo acabó coronándose otra vez en la central australiana. Es su reino, es su feudo.
No pierde allí desde que fuera sorprendido en los octavos de la edición de 2018 por el surcoreano Hyeon Chung. Desde que dejase la primera muesca, en 2008 con 20 años, Djokovic ha coleccionado laureles en 2011, 1012, 2013, 2015, 2016, 2019, 2020 y este último. Medvedev se había impuesto en tres de los cuatro últimos encuentros entre ambos, la última vez en el Masters de noviembre. Pero, inspiradísimo, el rey actual del circuito se adjudicó el título y comprimió la pugna con Nadal (34 años) y Federer (39), situándose a solo dos escalones de los dos. Los tres se han repartido diez de los últimos once majors en juego.
El serbio, además, se aseguró estos días superar el récord del suizo como número uno. El próximo 8 de marzo, acumulará 311 semanas y le adelantará.
A sus 33 años ejerce desde la veteranía y engloba seis grandes por encima de la treintena, compartiendo la plusmarca de longevidad con Nadal. Compitiendo en toda su expresión, anulando y cortocircuitando a un rival tan exigente como Medvedev, el serbio vuelve a pedir pista y advierte: contra viento y marea, él estará ahí siempre. Con uñas y dientes.