Los migrantes votan por “la familia y la esperanza”
Trabajo y lucha contra la corrupción piden los ecuatorianos en España
Los ecuatorianos en Madrid no perdieron la costumbre de votar temprano. Desde las primeras horas de la mañana, ordenadas filas de ciudadanos accedieron a los locales de votación que se habilitaron a lo largo de toda la geografía (un total de 19), aunque donde hubo más inscritos fue en Madrid (66.790) y Barcelona (33.338), así como en la provincia de Murcia, donde se puede votar en tres localidades y hay 29.209 electores.
En total, en España estaban inscritas para votar 179.614 personas, lo que supone el 43 % del total del voto en el extranjero. La familia y lograr un país con mejores condiciones son las principales motivaciones para algunos.
Laura Guillán, una compatriota oriunda de Chimborazo, llegó movida por la esperanza de que sus sobrinos no se queden sin trabajo, sus hermanos tengan estabilidad y de que “el nuevo gobierno pueda salvar al país”.
Guillán no quiere que exista otra generación expulsada del país. “Hoy estoy bien, tengo trabajo, pero se sufre cuando recién se llega acá”. Esta mujer que trajo a sus hijos a España, vota para conseguir un Ecuador en el que nadie esté obligado a migrar por la necesidad, como a su generación le tocó a principios del 2000.
A Rosa Muñoz, ecuatoriana residente en España, no le importaba tanto quién ganaría, sino lo que haga por el país. “Como la mayoría, quiero un país en paz y en el que se pueda vivir. Que trabaje para todos, combata la corrupción y la delincuencia. No pido más”, dijo.
El cónsul general de Ecuador en la región de Murcia, Miguel Ángel Macías, atribuyó la mayor participación de la población local al gran arraigo que le une a su país, a pesar de tratarse en muchos casos de segundas generaciones de ecuatorianos, y a la responsabilidad que sienten los migrantes por participar en el futuro de su nación a través de las urnas.
Jonathan, un joven de 24 años nacido en Ecuador pero residente en Murcia desde hace dos décadas, fue por cuarta vez voluntario electoral y confesó que lo hacía porque se considera una persona comprometida con la sociedad. “Soy miembro de una asociación juvenil, me gusta participar de todo cuanto ocurre a mi alrededor y creo que es importante estar en las elecciones para participar del proyecto de futuro de mi país”.
Los ecuatorianos residentes en Roma, Italia, acudieron a sufragar de forma ordenada y entre estrictas medidas de seguridad, ante el peligro del coronavirus. En la capital italiana cerca de 8.000 electores pudieron depositar su voto en las urnas instaladas en el recinto Casa La Salle.
Una de las personas que se animaron a votar fue María del Carmen Soto, de Quito, que lleva 20 años viviendo en Roma, donde trabaja cuidando ancianos. En todo este tiempo, solo ha vuelto tres veces a su país natal, pero aseguró que le importa lo que ocurre en Ecuador. “Es importante votar, el país está mal”, dijo, aunque confesó estar “indecisa” minutos antes de depositar su voto.