Diario Expreso

Lasso: “Otras tiendas políticas pueden entrar a mi gabinete”

TRANSICIÓN. El presidente electo se reserva los nombres de su futuro equipo

- ALFONSO ALBÁN ESPÍN albana@granasa.com.ec ■ GUAYAQUIL

En su primer día como presidente electo le lanza un guiño a las organizaci­ones políticas. Guillermo Lasso, en su primera rueda de prensa como triunfador del proceso del 11 de abril, abrió la puerta a incluir a rostros de otras tiendas políticas en su próximo gabinete ministeria­l. Analistas concuerdan en que el futuro primer mandatario tendrá que acercarse y seducir a sus rivales e incluso a su aliado electoral para gobernar. Lasso ayer visitó la tumba de sus padres y luego viajó a Quito para conversar con periodista­s de medios nacionales e internacio­nales.

EL DATO

Reacción. Los ciudadanos ven con optimismo la elección del líder de CREO. Esperan respuestas a la vacunación, empleo y la lucha contra la corrupción.

Unir y construir. El presidente electo, Guillermo Lasso, tiene enfrente un camino largo y con bastantes desafíos. El primero, y no menos o más importante que otros en la larga lista de promesas y pendientes, será unir a un país que en gran parte también se inclinó por la tesis del candidato perdedor.

Más de 4,5 millones de ecuatorian­os llevaron al candidato de la alianza Creo-partido Social Cristiano hasta el Palacio de Carondelet. Una diferencia de un poco más de 453.000 votos lo separa de su ahora exrival electoral, Andrés Arauz (de la alianza correísta Unión por la Esperanza).

Si al universo de votantes del delfín del expresiden­te Rafael Correa se suman los votos nulos (1,7 millones) da un total de casi 6 millones de sufragios, es decir el 45 % de todo el universo de electores convocados el pasado 11 de abril, que no se inclinaron por la tesis del ahora presidente electo de Ecuador.

Es por ello que a decir de Karen Garzón-sherdek, directora de Relaciones Internacio­nales de la Universida­d Internacio­nal SEK e integrante de la Red de Politóloga­s, lo que se espera de Guillermo Lasso a partir del 24 de mayo próximo es que represente al pueblo ecuatorian­o, indistinta­mente de su posición política y otros factores; y que en función de sus necesidade­s, oriente sus decisiones y políticas públicas. Parece bastante obvio, pero no está de más la precisión cuando la historia está llena de ejemplos de candidatos que cuando se ponen el traje de gobernante dan un giro o se olvidan de sus promesas de campaña.

Guillermo Lasso no la tiene fácil. El camino es complicado en lo económico, social, sanitario, ético, político... y la lista sigue. La politóloga considera que entre sus retos están los derechos humanos, tener una justicia independie­nte, institucio­nalidad y sobre todo alianzas y acuerdos. “No será una tarea fácil, consideran­do principalm­ente la triple crisis: económica, social y sanitaria, que enfrenta el país. Por ello, se requiere un liderazgo profundo y por supuesto acciones rápidas y eficientes”.

En esa misma línea, la analista electoral Dayana León ve un futuro gobernante con un discurso conciliado­r, de encuentro, por lo que existe el optimismo de que estos cuatro años sean de tolerancia, de respeto a las diferencia­s y a quienes no tienen la misma línea ideológica. “Más allá de que puedan existir contradict­ores u opositores legítimos en su sistema, el próximo presidente tiene la oportunida­d de encontrar consensos. Más allá de las diferencia­s, tenemos un gran reto. Ninguna política sanitaria, económica, social u acción pública es suficiente si no existen los consensos de los ciudadanos desde esas diferencia­s. Tenemos que caminar a un país que reconozca las diferencia­s”.

Tender la mano no solo directamen­te a esos ciudadanos que no votaron por él, sino a quienes los representa­n ahora en la próxima Asamblea Nacional. Para el constituci­onalista Gabriel Hidalgo, uno de los principale­s desafíos del presidente electo será encontrar acuerdos legislativ­os. Necesita de la Asamblea, precisa el experto, y sus 12 legislador­es no le bastan. Podría encontrar apoyo en el bloque de su aliado electoral, el Partido Social Cristiano, que (vale recordar) no responde directamen­te al futuro primer mandatario.

Ciertos puntos de encuentro podría hallarlos en el bloque de la Izquierda Democrátic­a, pero Hidalgo va más allá: debe buscar acercamien­tos con legislador­es que represente­n al sector más moderado del correísmo. “Esto quiere decir que Guillermo Lasso no podrá integrar un gobierno íntegramen­te conservado­r, o uno de derecha, o uno neoliberal, por razones circunstan­ciales, económicas y políticas. Tiene menos del 10 % de la representa­ción legislativ­a, por lo que deberá dialogar con todos, incluido el correísmo. Tendrá que adoptar algunas de las propuestas de (Andrés) Arauz y renunciar a algunas de las suyas”.

Con Hidalgo coincide el también constituci­onalista Ismael Quintana. Para nadie es un secreto la conformaci­ón de la próxima Asamblea, por lo que de acuerdo con el experto jurista el presidente electo Lasso necesitará llegar a acuerdos, segurament­e más de una vez, para presentar proyectos de ley o aprobar el presupuest­o general del Estado.

“Ahí tendrá un problema y empezaremo­s a ver el juego de las voluntades políticas en la Asamblea y la gran incógnita es cuál será el comportami­ento de dos bancadas políticas claves para

que Lasso pueda sacar a flote su gobierno: la de Pachakutik y la Izquierda Democrátic­a”.

Quintana, a diferencia de Hidalgo, descarta en su totalidad al bloque del correísmo porque da por sentado que esa será la trinchera para intentar una “desestabil­ización” por parte del expresiden­te. “Desde el lado correísta no faltará la insistenci­a de que, luego de alguna medida o decisión que no les guste, los afines al expresiden­te propongan la muerte cruzada”.

Y estas realidades las ha entendido el presidente electo, o por lo menos así lo manifestó ayer en la primera rueda de prensa como mandatario electo del país. “Mis brazos están abiertos para toda la sociedad civil y líderes políticos sin importar su ideología... Y que a nadie le sorprenda que se incluya a personas de otras tiendas políticas (en su gabinete ministeria­l)”, dijo Lasso, quien recalcó que hay que saber escuchar, aceptar y reconocer que la diversidad ayudará en el proceso de gobernabil­idad.

Ese llamado, dijo, también incluye al correísmo. El líder de CREO dijo que conversó con Arauz el mismo día domingo, luego de conocidos los resultados, pero no ha mantenido una conversaci­ón con el excandidat­o presidenci­al de Pachakutik, Yaku Pérez, después de conocidos los resultados del pasado 11 de abril.

Ya se prepara el proceso de transición. Iván Correa y Juan Carlos Holguín son los delegados por el presidente electo para encabezar este proceso con el Gobierno saliente. Lasso prefirió no adelantar nombres de los miembros de su gabinete ministeria­l que, como ya dijo, podría incluir a rostros de otras organizaci­ones políticas y, obviamente, a mujeres. Pero los requisitos principale­s son dos: capacidad y honestidad.

EL DATO El 24 de mayo

próximo es la posesión del presidente electo Guillermo Lasso y el vicepresid­ente electo Alfredo Borrero.

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