UN PASO ATRÁS EN TRANSPARENCIA
Un reciente cambio de procedimientos contribuye a la opacidad en la Asamblea. Hasta el mes pasado, las secretarías del Pleno y de las comisiones remitían a sus miembros, junto con las convocatorias a sesiones, los documentos necesarios (informes, proyectos de ley o lo que fuese) en formato PDF. Hoy, en su lugar, los asambleístas reciben un link. La Comisión de Soberanía y Relaciones Internacionales acaba de demostrar que este mecanismo puede servir para introducir cambios no consensuados en los documentos. El informe del caso Isspol, por ejemplo, fue alterado en tres ocasiones: primero se publicó uno con 65 conclusiones; luego otro con 66; más tarde, en la sesión, se dio lectura a un tercero, con 72; luego se repuso el anterior. Los integrantes de la comisión no saben a ciencia cierta cuál es el definitivo.