Saca de las rutas los coches que vendió su bisabuelo
La entrada de plataformas como Blablacar, Uber o Flixbus ha puesto en jaque a los negocios tradicionales de transporte. Además del taxi, otro negocio afectado por la entrada disruptiva de estas empresas tecnológicas es el del autocar corporativo para el transporte de empresas y centros educativos. Con el objetivo de “innovar desde dentro del sector, antes de que otro lo haga desde fuera”, Eva Romagosa (Barcelona, 1978) y sus compañeros de máster Rui Stoffel y Alex Canals fundaron hace cinco años la empresa tecnológica de transporte corporativo flexible Busup.
La emprendedora considera que su proyecto, impulsado por “descendientes jóvenes de empresas tradicionales relacionadas con el transporte”, es una buena muestra de “cómo cambian los tiempos”. Canals es consejero delegado de las empresas familiares de alquiler de autobuses y microbuses Canals y Avant Grup. Romagosa es bisnieta de uno de los pioneros en el negocio de concesionarios de vehículos en Barcelona. Tanto ella como Canals están orgullosos de la apuesta de Busup por la “movilidad sostenible”. “Me hace gracia pensar que nuestro modelo de negocio se basa en quitar de la carretera los coches que introdujeron nuestros antepasados, cuando se pasó del transporte a caballo al automóvil”, reconoce Romagosa quien, sin embargo, matiza que “el coche en sí no es malo, lo malo es abuso”.
Busup se apoya en la tecnología para ofrecer un servicio integral de transporte corporativo flexible y compartido a través de una plataforma que conecta a la empresa, el pasajero, el conductor y el operador. Su sistema está basado en inteligencia artificial, con algoritmos de creación y optimización de rutas.
Antes de la pandemia, Busup ya ofrecía opciones flexibles a la hora de organizar el transporte corporativo compartido, pero ahora esta opción se ha convertido en la piedra angular de su modelo de negocio. “Con el teletrabajo, las personas se han dado cuenta de que ir a la oficina tiene un costo personal muy alto en tiempo y recursos. Algunos incluso han vendido el coche mientras estaban en ERTE. Si queremos incentivar la vuelta, en beneficio de la innovación y la creatividad, tenemos que facilitarles el desplazamiento, con soluciones cómodas y sostenibles”, explica su cofundadora.
Con más de 100 clientes corporativos y medio millón de pasajeros en Europa y Latinoamérica, Busup tiene ahora como “prioridad máxima” la entrada en Estados Unidos, tras cerrar una ronda de cinco millones de euros liderada por el fondo de inversión Proeza Ventures y respaldada por el fondo de capital riesgo estadounidense Autotech Ventures. “Los inversores creen que tiene mucho recorrido porque el futuro es el trabajo flexible con el servicio compartido como quintaesencia la sostenibilidad”, celebra.
La “combinación integrada” de soluciones de movilidad es el camino a seguir en el camino, opina Romagosa.
500 MIL
pasajeros tiene la empresa Bus Up en Europa y Latinoamérica, pero busca ingresar a los EE. UU.