La restricción no evitó que lleguen los regalos a mamá
En las calles se veía a los mariachis y motorizados llevando comida y regalos
La COVID limitó las visitas en el Día de la Madre y dejó las calles vacías. En Guayaquil, los delivery fueron los beneficiados.
Era común ver los restaurantes llenos de familias celebrando el Día de la Madre, pero ayer trabajaron a puertas cerradas y fueron los delivery los encargados de llevar la comida a domicilio.
Los mensajeros no se alcanzaban a atender todos los pedidos que tenían. Pedro Ramírez, delivery, dijo a EXPRESO que en una hora recibió ocho solicitudes de entrega de comida. Al igual que otros mensajeros concordó con que los pedidos ayer se triplicaron. “Pudimos atender a más clientes, pero en los restaurantes se demoraban en entregar la comida. Es que la preparaban recién en el momento de recibir el pedido, por temor a no alcanzar a venderla”, explicó Ramírez.
Ayer fue un Día de la Madre atípico, porque la pandemia de la COVID-19 obligó a que las autoridades mantengan la restricción de movilidad, para reducir el riesgo de contagio.
A consecuencia de ello las calles estuvieron solitarias. Los pocos carros que circulaban eran de los mariachis o de mimos. Los unos porque llevaron serenatas y los otros entregaron los regalos.
En este día, la mayoría de los ciudadanos respetó el toque de queda; en las estaciones de la Metrovía no hubo largas filas. Aunque una que otra familia sí desobedeció la organización de fiestas y aglomeraciones; pero fueron casos aislados, según se vio en un recorrido hecho por este Diario.