Diario Expreso

“El pan solidario que comen 400 niños se puede perder”

La Federación de Barrios ha ayudado a 40 panaderías a no quebrar ❚ Por el apoyo regalan decenas de desayunos ❚ El alza de insumos pone en jaque al plan

- LINA ZAMBRANO zambranol@granasa.com.ec ■ GUAYAQUIL

VERÓNICA OLLAGUE, ciudadana

Agradecemo­s que nos regalen un pan para el desayuno. Por la pandemia, la situación económica no es fácil para nadie. Es loable ser solidario en este tiempo de crisis.

JOVITA BAQUE, ciudadana

Mi esposo es maestro de construcci­ón y desde que empezó la pandemia no siempre tiene obras. Por eso un pan con agua con canela cae bien para desayunar.

NICOLÁS JIMÉNEZ, presidente de la Federación de Organizaci­ones de Barrios

En el tiempo de la cuarentena del 2020, por la pandemia de COVID, repartimos 180.000 panes. Nuestro lema es ser solidarios con los vecinos.

Manos que dan, reciben. Ese es el lema de la Federación de Organizaci­ones de Barrios de Guayaquil, que por 15 años viene ayudando a las panaderías populares para que no quiebren. Pero el precio de los insumos se ha incrementa­do, entre otras causas por la subida del costo del diésel, por lo que el gremio de panificado­ras de Ecuador señaló que el pan deberá ser vendido a 20 centavos de dólares desde el 24 de mayo, tal como lo publicó EXPRESO.

Entonces, la situación se pone difícil para el plan del pan popular, al que se lo deberá vender a la mitad del precio anunciado, es decir a 10 centavos de dólar.

Los directores de este plan resaltaron que es imposible incrementa­r el precio del pan popular, porque en este caso eso rompería la cadena de solidarida­d, la cual empieza en el momento en que algún líder comunitari­o se percata de que la panadería de su barrio está por quebrar y avisa a la Federación.

Entonces, entre varios activistas sociales y habitantes del sector dan una colaboraci­ón para comprar los sacos de harina, los huevos, las cajas de mantequill­a y los paquetes de levadura, indicó a este Diario Nicolás Jiménez, presidente de la Federación. Además de entregar los materiales para hacer el pan, también los asesoran para detectar la razón de tener saldos rojos en el negocio.

“Ahora que ha subido el precio de los insumos, no solo se pone en jaque la ayuda que se da a las panaderías populares para que no quiebren, sino que también se afecta la entrega de desayunos que ofrece cada uno de los negocios. Son unos 400 niños que viven en un hogar con crisis económica que reciben el alimento”, agregó Jiménez, quien también es activista social y comunitari­o.

A la fecha, son 40 panaderías populares las que han recibido el apoyo. Estas no deben pagar por los insumos que recibieron. En lugar de eso, cada una se compromete a regalar 10 desayunos.

El plan está pensado para establecer una cadena de solidaria. De allí que tienen el lema de que manos que dan, reciben.

La Federación no quiere que el plan muera, ni dejar de entregar los desayunos a los niños.

Una de las soluciones que están pensando es hacer el pan más pequeño, para poder mantener el precio de 10 centavos de dólar que vienen ofertando desde 2009, aunque en ese año el Gobierno estableció que el precio de cada unidad del pan sería de 12 centavos de dólar. Cuando se inició el programa del pan solidario, en el 2006, el producto se vendía entre seis y ocho centavos.

La idea que se les transmite a los dueños de las panaderías es ganar por volumen. Mientras más personas compran, más ganancia tendrán.

Diario EXPRESO hizo un recorrido por dos de los barrios donde la Federación ha ayudado a las panaderías, en Colina de Montebello y Flor de Bastión. Allí se vio que estas se mantienen en el mercado y cumpliendo con su promesa de dar desayunos a los niños que viven en hogares donde, por la crisis económica, tienen a veces menos de dos dólares para que se alimenten cuatro personas.

Es cuando estas familias agradecen el pan y el agua con hierbaluis­a. “Recibir este desayuno en estos días de escasez es el mejor banquete. De allí intentamos almorzar aunque sea un arroz con un huevo frito. Mi esposo es maestro de construcci­ón y se quedó sin trabajo desde la cuarentena del 2020. A partir de allí le salen solo ‘cachuelos’. Por eso agradecemo­s la ayuda que recibimos de la panadería del barrio”, expresó Jovita Baque.

Unas veces los niños van a la panadería a retirar el desayuno. En otras, el mismo Nicolás Jiménez y otros líderes comunitari­os recorren las calles para entregar el pan.

“Lo que buscamos es enseñar que entre todos nos apoyemos. La comunidad aporta para que la panadería del barrio no quiebre. Y luego ese mismo negocio se queda comprometi­do de apoyar a quienes pasen por una crisis económica. Así hemos creado una cadena de solidarida­d”, decía Jiménez mientras caminaba por una calle no pavimentad­a. Al tocar la puerta de una casa de madera, salieron tres niños que tenían hambre. Uno de ellos abrió la funda y empezó a comer. Eso motivó que el activista social les entregara más fundas con panes.

Ahora esperan que el nuevo Gobierno ayude al sector panificado­r para que se pueda mantener el precio del pan, sobre todo el popular, el solidario.

EL DETALLE

Precio. La Unión de Panificado­res dijo que por el alza de los insumos, el pan deberá costar 20 centavos desde el 24 de mayo, tal como publicó EXPRESO.

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