Las leyendas olímpicas, en casa y con su gente
Las pesistas Neisi Dajomes y Tamara Salazar, medallistas en Tokio, llegaron a Ecuador, donde tendrán varios homenajes por sus logros
Una emocionada Neisi Dajomes, con la bandera en mano, y sacando medio cuerpo por la ventana de la cabina del avión, fue la primera imagen de la campeona olímpica en su arribo al país.
Después fue el turno de saludar de Tamara Salazar, la medallista de plata, que sonriente apareció en su retorno a casa.
La aeronave en la que llegaron a la capital fue recibida con un arco de agua en honor de las halteristas que se convirtieron en las primeras atletas ecuatorianas en conquistar la gloria olímpica
La familia de Neisi, entre ellas su hermana Angie Palacios, quien obtuvo un diploma olímpico, se mostró feliz al ver a la campeona olímpica.
Los abrazos no faltaron al encontrarse en la sala protocolar del aeropuerto.
A este lugar también llegaron desde Pusir Grande (Carchi), los seres queridos de Tamara. Se trasladaron en un bus del Ministerio del Deporte, en el cual regresaron a su localidad natal tras la rueda de prensa y los homenajes en el estadio Atahualpa.
Juan Carlos Rojas, enamorado de Tamara Salazar, le esperaba con un ramo de flores. “Me siento muy orgulloso de Tamara, que trabajó mucho para obtener esta medalla”, afirmó.
Rojas, quien es policía, contó que habló minutos antes de la competencia y que “estaba segura de que ganaría una medalla”. Además, que en Pusir Grande le esperan con sancocho de gallina, fritada y guandul, al que calificó como el secreto de la fortaleza, para también festejar el cumpleaños de Tamara, que es el lunes.