La heredera de Picasso dona nueve obras
Es la tercera vez que el museo recibe aportes con una figura especial
Ocho obras de Pablo Picasso propiedad de su hija Maya pasaron ayer a engrosar los fondos del museo del artista malagueño en París, como pago de impuestos de donaciones al Estado francés, al igual que una escultura oceánica de su colección particular, que irá a otro museo de la capital francesa.
Es la tercera vez que el Museo Picasso recibe aportaciones familiares con esta fórmula de pago de tasas con arte, creada en 1968 por el entonces ministro de la Cultura André Malraux casi a la medida del español instalado en su país desde principios de siglo.
Consciente de que Francia apenas tenía obras del malagueño -tres solo antes de la Segunda Guerra Mundial-, el también escritor impulsó esa ley que permitió en 1973, en el momento de la muerte de Picasso, hacerse con un importante ramillete de su obra, que fue el embrión del actual museo.
Las luchas fratricidas entre sus descendientes facilitaron la receta que permitió a Francia hacerse con 228 cuadros, 158 esculturas, 1.495 dibujos, 33 cuadernos, 1.704 estampas, 85 cerámicas y 77 obras de otros autores de la colección personal del español.
En 1990 fue su hija Jacqueline que pagó los impuestos de la herencia con 49 pinturas, dos esculturas, 38 dibujos, 24 cuadernos, 247 estampas, 19 cerámicas y un collage.
En 1998, Dora Maar, amante de Pablo Picasso, se acogió también a esa figura fiscal y dejó su huella en el Museo, que abrió sus puertas en 1985.
LAS ETAPAS
En el museo hay testimonios de todas las etapas del artista, desde el retrato de don José, el padre de Pablo, de 1895, hasta uno de su último período, de 1971, dijo Olivier, nieto del artista.