PIDEN POLÍTICAS MÁS FIRMES
Israel también confiscó tierras armenias y no concedió permisos para construir, cosa que limitó a la comunidad, apunta el historiador George Hintlian.
“Si se trata de burocracia, Israel nos trata como palestinos”, opina. Además, señala que la mayoría de armenios no tiene ciudadanía, sino permiso de residencia permanente, el mismo estatus que la población palestina de Jerusalén.
Pero parte de los más jóvenes, más integrados a la sociedad israelí, sí ha obtenido la nacionalidad. Es el caso de Harout Baghamian, jefe del Comité Armenio de Jerusalén, que reclama a Israel que reconozca el genocidio armenio, algo que aún no hizo.
Con todo, pocos creen que los armenios puedan llegar a disiparse por completo, pero la mayoría considera que debería haber políticas más firmes para que esta minoría no acabe al borde de la extinción y sin capacidad de defender sus posiciones en una complicada región.
Para evitarlo, “la única forma es mantenernos fuertes”, concluye Hintlian.