El sector empresarial en la historia ECUATORIANA
En Guayaquil, innumerables personas de pocos recursos económicos se convirtieron en medianos y grandes empresarios
Los empresarios son cimientos de la sociedad ecuatoriana, pero constituyen un sector muy criticado, más que políticos, jueces y legisladores.
Por los empresarios hay millones de ecuatorianos empleados, sostienen la dolarización al inyectar dólares con sus exportaciones y son iniciadores directos e indirectos de los auges económicos de Ecuador. Ninguno fue iniciativa del Estado. Los iniciados con el cacao 17501800, últimas décadas del siglo XIX y actualmente desde hace un decenio, son totalmente esfuerzos de agricultores que arriesgan sus capitales, y el Estado se dedica a cobrarles impuestos sin haber hecho ningún aporte. Su principal artífice fue Homero Castro, quien creó la variedad CCN51. ¿Qué hizo el Estado por él? El presupuesto del Estado asignado a investigación y desarrollo es pobre, de 0,05 %. La misma iniciativa privada hubo en los auges posteriores de café, banano, camarón, flores, pesca y otros rubros. Lo mínimo que puede aportar el Estado es leyes vanguardistas, pero no lo ha hecho. Las leyes del trabajo tienen décadas de atraso.
En la colonia, muchas obras públicas de Guayaquil se hicieron con dinero del sector privado. Miguel Olmedo Troyano, padre de José Joaquín Olmedo, construyó un carretero a Quito, comenté en Memorias Porteñas. Para lograr la independencia de Ecuador, los guayaquileños aportaron una inmensa cantidad de dinero. Hay una carta de Bolívar admitiendo que se les debe 700.000 pesos, cantidad similar a lo que sería años después el primer presupuesto del Estado (1830). En el siglo XIX los empresarios también hicieron contribuciones para obra pública y prestaron dinero a los diferentes gobiernos para cubrir los perennes déficits. Al no existir un banco de fomento, el Banco del Ecuador, de propiedad de guayaquileños, financió desde su fundación a los gobiernos. Para que Gabriel García Moreno comenzara la construcción del ferrocarril, le prestó dinero, al igual que a posteriores gobiernos. En dos ocasiones, los empresarios guayaquileños sacaron de apuro a Eloy Alfaro. En su primera administración, como el Estado estaba quebrado, quiso hacer una emisión de dinero sin respaldo, lo cual habría ocasionado una espiral inflacionaria. Los empresarios le hicieron un préstamo con moneda dura y recuperaron el crédito con la venta de la sal. Era un monopolio estatal que pasó a manos privadas hasta recuperar el valor del préstamo. En la segunda administración ocurrió algo similar. Los empresarios recuperaron su dinero con la administración del puerto de Guayaquil. Seguramente fue la primera privatización que hubo en el país. La creación de la Junta de Beneficencia es el ejemplo más noble de la contribución del sector privado. Nació con donaciones privadas significativas. Desde siempre ha atendido la salud de millones de personas enfermas, y 20 % o más son pacientes de provincias. Tiene el hospital general, hospital de niños, maternidad y psiquiátrico más importantes del país, además de hospicio y educación. Anteriormente se habían creado la Sociedad de la Filantrópica y la Sociedad de Beneficencia de Señoras. Posteriormente se crearían Solca y muchas otras fundaciones.
Los empresarios trajeron la modernidad a fines del siglo XIX: electricidad, telefonía, vehículos motorizados, etc. Y siguen haciéndolo. En los siglos XX y XXI ellos no se limitan a dar empleo y pagar impuestos; siguen haciendo valiosas contribuciones a Ecuador. Lástima que ante el pueblo tengan mala imagen.
Lamentablemente las cámaras de la producción no se han interesado en hacerse presentes en forma permanente, publicando temas relativos a su historia, sus logros sociales y su trabajo en diferentes áreas, etc.