Tras una semana, un hombre que se accidentó en El Coca perdió la vida en hospital de Quito
La víctima viajaba en una moto con dos hijos, quienes sobrevivieron
Jaely Balladares llora desconsolada porque su esposo Andrés Ramírez perdió la batalla que libraba en la unidad de terapia intensiva del Hospital Eugenio Espejo de Quito. “Se fue al cielo y nos deja con el corazón completamente destrozado”, expresó la mujer, quien llegó a la capital desde El Coca, provincia de Orellana, para acompañarlo.
Su estancia en la casa de salud quiteña duró una semana, luego de que Ramírez y sus dos hijos resultaron heridos durante un choque con un bus cuando ellos iban en moto, el pasado 3 de junio. “El menor de mis niños tuvo una fractura en su cabecita. El otro, solamente golpes, pero mi marido llevó la peor parte”.
Según Balladares, su pareja recibió un fuerte impacto en su cabeza, lo que obligó su traslado hasta Quito. La cónyuge del accidentado contó que él era el sostén del hogar y que tuvieron que recoger dinero para costear los gastos médicos.
Incluso, los compañeros de estudio de los infantes tuvieron que hacer una colecta para socorrer a la familia de Ramírez en esta complicada situación. “Los dirigentes de la cooperativa a la que pertenece el bus ni siquiera me han llamado a darme el pésame, mucho menos para hacerse cargo de pagarnos algo”, afirmó Balladares.
Hasta ayer, los restos permanecían en la morgue de la Policía en la capital. La mujer está indignada porque el conductor de la unidad fue liberado luego de realizada la audiencia en su contra, al siguiente día del choque. Según la Judicatura, la Fiscalía no formuló cargos al chofer y el caso quedó en una investigación previa.
En su defensa, el procesado indicó que él manejaba el autobús por una calle llamada Napo, desde el sur hacia el norte. Cuando llegó a una intersección, “una motocicleta me impactó en la parte derecha de mi vehículo. De inmediato paré y bajé para ayudar a las personas que se encontraban tendidas sobre la calzada”, declaró.