Le dieron bala luego de regresar de la iglesia
Con dos tiros asesinan en Esmeraldas a “un creyente evangélico”
Había pasado una hora desde que Luis Rubén Chila Cabezas, de 33 años, había llegado a su hogar en la ciudadela Casa Bonita, sector sur de Esmeraldas. Era cristiano y había asistido al culto de todos los jueves en una iglesia cercana.
Antes de ir a dormir, su esposa le pidió que fuera a buscar un bidón de agua. Salió y no alcanzó a llegar a la tienda, pues en el camino se le cruzó la muerte a bordo de una motocicleta. Dos sujetos lo interceptaron y le propinaron tres disparos, dos de ellos en la cabeza.
El crimen ocurrió a las 21:30. Los gatilleros iban a bordo de una moto roja y tenían puestas gorras y mascarillas. “Fue cuestión de segundos. Solo escuchamos la moto, los disparos y cuando salimos nos percatamos de que había una persona ensangrentada en el piso”, contó una vecina del sector.
Chila Cabezas deja en la orfandad a tres menores. Hace dos semanas se había casado con la mamá de sus hijos. Estaban de luna de miel.
“Cómo pudieron matarlo. Un hombre que no se metía con nadie. Sano, estudió, era cristiano, padre de familia”, decía una prima en los exteriores del Hospital Delfina Torres, a donde fue trasladada la víctima para tratar de salvarle la vida, pero no resistió por la gravedad de las heridas.
Personas cercanas aseguran que todos los días iba a la iglesia y con frecuencia predicaba la palabra de Dios a los vecinos y conocidos del barrio. Escenas de dolor se observaron en los exteriores del hospital del sur de Esmeraldas, a donde acudieron la esposa y la mamá de la víctima. “Por qué no patrulla la policía. Han matado a una persona inocente que no tenía problemas con nadie. Señor, por qué”, exclamaba la madre.
El cuerpo de Chila Cabezas fue trasladado la mañana de ayer desde la morgue hasta el Centro de Medicina Forense, donde sus familiares cumplieron los trámites para darle cristiana sepultura.