Hay que resistir a los resistentes
Alharaca incendiaria
■ A las seis de la mañana de este martes, cinco horas después de su detención, la Alianza de Organizaciones por los Derechos Humanos daba a Leonidas Iza por “detenido-desaparecido”. Así lo declaró en un comunicado público que no se molestó en enmendar minutos más tarde, cuando supo dónde estaba. Constituida en octubre de 2019 para acompañar el intento de golpe de Estado de aquel momento, en el que no ve nada criticable, la Alianza de Organizaciones por los Derechos Humanos no acostumbra a enmendar. Lo resuelve todo a una velocidad inverosímil, prácticamente sobre la marcha, y lo lanza a los cuatro vientos a través de comunicados que pone a circular en las redes sociales, encienden los ánimos de la militancia de izquierdas y luego, en muchos casos, se desinflan o se olvidan. El de las seis de la mañana de este martes era concluyente: la detención de Leonidas Iza, clamaba, era “ilegal, arbitraria e ilegítima”; la orden la había dado el Gobierno “en represalia por el ejercicio de la protesta y la resistencia”; todo el procedimiento había sido irregular, según les pareció ver en el video (más bien confuso) difundido por la Conaie; se trataba, en fin, de “una nueva acción estatal de criminalización y persecución”. Todo resuelto y sin grises. La Alianza de Organizaciones por los Derechos Humanos no tiene tiempo de corroborar los hechos, está muy apurada echando gasolina al fuego.