Contenido bruto vs. contenido neto
Mucho se habla de creadores de contenido y poco de cuándo en realidad el contenido es pertinente, relevante y profesionalmente generado. Con este maremoto de tendencias digitales, cuya obsolescencia llega antes de que siquiera los usuarios las alcancen a dominar, parece que cada día hay menos tiempo para pensar y la consigna es “di cualquier cosa, pero di algo”. Observo a creadores profesionales investigar, contrastar y moldear información para generar un impacto certero, auténtico y útil a sus audiencias, mientras abundan los payasos digitales, a quienes si se les resta el porcentaje de poses ridículas, bailes, agresiones y burlas (que para muchos es el impuesto a pagar con tal de “enganchar”), difícilmente se les puede encontrar un restante que se pueda llamar contenido neto. Es lamentable que esta práctica mande en los medios que se han apoderado de la manera de recibir, procesar y multiplicar información, cuando hay tanto joven incauto y sin herramientas de discernimiento que lo ayuden a utilizar mejor su tiempo y a nutrir adecuadamente su mente y su espíritu. Deseo que esto sea solo una etapa que en 40 años sea vista como novelería y que poco a poco el mismo medio y lo usuarios vayan generando una etapa de autodepuracíón, donde cada vez exista menos contenido basura para la sociedad.