UN AMOR ENTRE VUELOS Y AEROPUERTOS
Un pequeño y saltarín cambio en la hoja de ruta. Hace siete años, Mario Alvarado, de 43 años, empezó a construir su más grande sueño: ser parte del staff de tripulantes de cabina de una aerolínea internacional, para luego financiar su formación como aviador y convertirse en piloto profesional. Todo marchaba tal y como se lo planteó desde muy joven, hasta que un 10 de mayo de 2019, sus planes y proyectos tuvieron que reajustarse con la llegada del pequeño Alonso, su hijo.
¿Cómo son las horas de vuelo ahora que eres papá? “Todo es distinto. Lo llevo en mis pensamientos todo el tiempo, en mis temas de conversación, en los recuerdos y, sobre todo, en mis oraciones. Siempre aprovecho un transbordo o el final de la jornada para llamarlo y saber cómo está, escucharlo y decirle que lo amo. Muchas veces es difícil y muy duro estar fuera por varios días, pero Alonso es tan inteligente que se ha adaptado muy bien a mi rutina”.