¿Lanzará piedras desde el palacio?
El presidente de la Conaie se encuentra en campaña electoral (¡quiere ser presidente de la República!) prácticamente adelantado en tres años. El dirigente indígena, quien ejerce una evidente dictadura en la entidad, tiene la certeza de que “al que madruga Dios le ayuda”, sin percatarse de que “no por mucho madrugar amanece más temprano”, refrán cuyo significado es que no sirve de nada querer anticipar cosas que tienen que suceder en el tiempo debido. Lo preocupante de su estilo es la obsesión de tratar los asuntos con marcada dosis de violencia e intentar imponer su criterio con amenazas, tirando piedras, destruyendo propiedad pública y privada, disponiendo paros, bloqueos de vías, impidiendo el normal desenvolvimiento de la vida diaria y causando ingentes daños económicos al país. No es desatinado intuir y afirmar que en un hipotético gobierno del líder vernáculo y para el evento de una manifestación en la plaza de la Independencia contra su régimen, desde el interior del palacio de Gobierno lanzará piedras y más objetos contundentes (los floreros de Carondelet, sin las flores naturalmente) contra la multitud. El talante belicoso que exhibe como método para resolver los temas no abona en nada a sus pretensiones políticas. ¿Será probable la transición de autócrata de la Conaie a presidente de la República? ¡Dios nos coja confesados!