La salida de Lasso, la bandera en movilización de Guayaquil
El centro de la urbe recibió ayer a dos grupos que apoyan el paro indígena; y, a uno, por la paz ❚ En una de las caminatas, se agredió a un equipo periodístico
La consigna era clara. “¡Fuera, Lasso, fuera!”. Miembros de varias agrupaciones sociales que se reunieron en las cercanías del parque Centenario, en el centro de Guayaquil, gritaban por cada paso que daban. Pasadas las 16:00, ellos caminaron por la avenida 9 de Octubre, como apoyo a la movilización que promueve la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) desde el lunes 13 de junio.
Un poco más temprano, se congregaron otras personas, en cambio, para hacer un llamado por la paz. Sin embargo, su paso fue breve hasta la Gobernación del Guayas, que amaneció con un cerco metálico.
Los manifestantes ‘pro-paro’ avanzaban por el bulevar con ritmo de tambores. Eso anunciaba su paso, ante la mirada de grupos de policías que los seguían de cerca. Al mismo tiempo, dependientes de negocios bajaban las puertas corredizas como medida preventiva. Algunos hasta registraban la marcha con sus teléfonos.
Lía Burbano, directora ejecutiva de la Fundación Mujer y Mujer, dijo que apoyan los 10 puntos del pliego de peticiones de la Conaie y que también piden al Gobierno que se implemente una real política a favor de la población LGBTIQ+.
“Se creó una secretaría, pero solo para cumplir, no por un verdadero interés”, comentó la activista, quien acudió a la marcha con otras directivas.
Cerca de la avenida Malecón Simón Bolívar, la marcha perdió su ritmo. Un grupo de policías, con equipos antidisturbios, bloqueó su paso, poco a poco, hasta que los manifestantes se dispersaron. Un helicóptero sobrevolaba la zona, algo que inquietó a peatones y comerciantes que veían de lejos lo que sucedía con el operativo de seguridad.
Eran casi las 18:00 y el estruendo de varias motos acelerando hacia la Gobernación del Guayas volvió más tensa la jornada: los policías buscaban cortar el paso a otros grupos de manifestantes que trataban de colarse por calles secundarias.
Ese fue el preludio de una segunda ‘ola’ de la marcha. Quienes se replegaron y que se dirigieron al parque Centenario, se reunieron con una caravana y caminata de grupos indígenas que partieron más temprano de la vía Perimetral, a la altura del mercado de Montebello, y de otras zonas de la urbe porteña.
Se trataba de una movilización más nutrida. Desde una camioneta con parlantes se enarbolaba un monigote en alusión a Lasso con la leyenda “Destitución”. Esa marcha tampoco pudo avanzar hasta la Gobernación. Dirigentes que aseguraron ser guayaquileños dijeron que su protesta no era violenta. Sin embargo, ese discurso se empañó con la agresión de la que fueron víctimas un periodista y un camarógrafo de RTS. Varias personas les lanzaron botellas llenas de agua y los insultaron.