El bosque de Los Remedios: último pulmón en Naucalpan
De 400 hectáreas ahora solo le quedan 114, por el crecimiento urbano
En Naucalpan, no muy lejos de la Ciudad de México, hay un bosque que alguna vez tuvo 400 hectáreas. Lázaro Cárdenas, el mismo presidente que nacionalizó la industria petrolera, convirtió al bosque de Los Remedios en Área Nacional Protegida bajo la figura de Parque Nacional en 1938, gracias a la privilegiada vista que el lugar tenía sobre el valle de México. Pero Naucalpan experimentó el crecimiento de la Zona Metropolitana: en los últimos 50 años reportó 129 autorizaciones para fraccionamientos y viviendas verticales. Cada metro cuadrado se urbanizó, incluida buena parte del bosque. Lo que era verde palideció y, hoy, a Los Remedios le quedan apenas 114 ha en peligro de desaparecer.
Cada último sábado del mes, desde 2015, integrantes de la asociación civil ‘Ecopil Crea Arte y Conciencia’, la organización ‘Enchúlame el Río’ y otros activistas ambientales acuden a Los Remedios para retirar basura en el bosque y el Río Chico, que lo atraviesa. En costalillas levantan envolturas, botellas y desechos que se acumulan a la sombra de eucaliptos de más de 50 metros de altura. Pero lo que más encuentran es cascajo de construcción.
La principal batalla de quienes defienden Los Remedios es contra la invasión de construcciones: residencias de varios pisos o cantones de lonas y madera, da igual. El territorio donde se asienta el bosque se ha convertido en un tesoro codiciado en un municipio como Naucalpan donde ya viven 800.000 habitantes y no hay para dónde crecer, más que hacia el poniente, hacia la sierra.
Pero el bosque aporta más de lo que se le ha arrebatado. Su biodiversidad es tan rica, que ahí viven 4 de cada 10 especies de Naucalpan, según el investigador del Colegio de Ciencias y Humanidades Naucalpan, Gustavo García.
El biólogo conoce el lugar porque lo visita desde que tenía ocho años. Ahí, dice, habitan pájaros como carpinteros, colibríes y águilas; especies de importancia médica como las arañas viudas negras o las serpientes de cascabel; tlacuaches y cacomixtles; decenas de insectos de formas tan variadas como el follaje; además de hongos, flores, diversidad de cactos, pinos, oyameles y muchos, muchos eucaliptos.
El eucalipto es la especie más común, un árbol exótico de ramas endebles que se introdujo desde las primeras reforestaciones en el lugar, durante el sexenio del presidente Cárdenas. Estos árboles se caracterizan por dominar sobre otras especies, así que pasadas algunas décadas limitaron la reproducción de otros árboles. Sin embargo, aunque oficialmente Los Remedios esté catalogado como un área de vegetación inducida -es decir, que sus especies vegetales son producto de reforestación-, también alberga especies nativas que han perdurado a pesar de la reducción de su hogar.
García explica que el bosque, además, amortigua el ruido de la urbanización; capta lluvia y recarga un acuífero que, según datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), está sobreexplotado porque se extrae el doble de agua disponible; absorbe gases de invernadero y provee oxígeno; y ayuda a regular la temperatura en una región -Estado de México y Ciudad de México- en la que los datos estadísticos del Sistema Meteorológico Nacional advierten que la temperatura actual es dos grados más alta que hace 50 años.