CIFUENTE LLEGA A UN BARCELONA ORGANIZADO
El pase hacia atrás y el pase a los costados, no son generadores de profundidad. Los pases que cuentan con máxima calificación son los progresivos. Los otros son de posesión o seguridad.
Cuando se corre de manera desordenada se corre más de lo que se debe. Un equipo necesita en mitad de cancha, claridad, se la dan los jugadores que ponen asistencias filtradas, o aquellos gambeteadores que eliminan rivales y le meten peligro a la jugada, cada vez que reciben el balón.
En el fútbol un metro de ventaja es mucho, pero puede hacer que la jugada sea mejor, o que la jugada no suceda. Si se presiona mal se termina regalando el contraataque.
Barcelona tiene tres tipos de presión:1) Individual, uno contra uno. 2) Grupal, va un jugador sobre el balón y sus compañeros lo siguen detrás. 3) Todo el cuadro puede hacer presión y reducción de espacios en toda la cancha. No se negocia lo que sostiene al equipo: carácter. Es más fácil correr hacia delante con la pelota, que correr hacia atrás defendiendo.
El fútbol es de espacios: cuantos más metros tienes para moverte, pensar y decidir, mejor. Y a la inversa, al rival hay que negarle tiempo para decidir y forzarlo a que se equivoque.
Hay un factor emocional que es parte de la táctica del juego, ese factor no se puede predecir: es la química que se da entre los jugadores, eso fortalece al equipo.
El que se queda estático facilita la marca…el que aparece sorprende y, se cansa de hacer goles en posiciones inesperadas.
Cuando Jhon Jairo Cifuente va en velocidad, lo que no hace es aproximarse al defensor que lo agobia, porque le daría la oportunidad de pellizcarle la pelota. Su cabezazo alcanza plenitud en el segundo palo con el lateral rival cerrándose. Define con todo el cuerpo. El extremo izquierdo siempre terminará finalizando la jugada en calidad falso nueve, cuando la acción viene por la derecha. El entrenador con un gran goleador, no tiene que pensar en los últimos metros de campo. Es lo que el técnico no puede resolver.
Jhon Jairo Cifuente es un goleador con gran historial (97 anotaciones). En fútbol no alcanza con la historia, no es un argumento suficiente. La historia debe subirse al buen juego. Pero cuando no hay fútbol, ni goles en el presente, la historia no alcanza. La historia como respaldo para llegar a Barcelona no es suficiente. En este equipo hay que escribirla partido a partido.