Casa de la Cultura: ni cuartel, ni guarida
La Casa de la Cultura Ecuatoriana fue ideada por un gran hombre, con la finalidad de fomentar la cultura entre los ecuatorianos. Sus instalaciones están ideadas para albergar eventos culturales, progreso intelectual, manifestaciones de altura y de respeto. En el aciago octubre de 2019, sus directivos de ese entonces permitieron que se alojen en sus instalaciones personas que se comportaron como vándalos, delincuentes, verdaderos bárbaros. Incluso se permitió la vejación de personal policial, encargado de velar por el bien público: inentendible, algo totalmente opuesto a su función. Las instalaciones se convirtieron, con aquiescencia de los directivos, en una verdadera guarida. Actualmente, la fuerza pública, en una acción táctica se instala en la Casa de la
Cultura y declara que la utilizará como sede del grupo que defiende el comportamiento civilizado. Ante esto se elevan voces en contra aduciendo que la Casa de la Cultura no es un cuartel, sin embargo, esas mismas voces en 2019 se callaron cuando se la utilizó como guarida. ¿Se puede entender que los directivos de una Casa de la Cultura privilegien, a cuenta de afinidad ideológica, a quienes practican barbarie? ¿O a la opinión pública que prefiere que una institución albergue delincuentes en lugar de policías? Francamente prefiero que se instale una entidad que guarda el orden público, antes que un grupo de vándalos. La cultura no puede ni debe estar al servicio de corrientes ideológicas ni de afinidades de ningún tipo.
Ing. José M. Jalil Haas