MULAS DE CORPUS artesanías que sobreviven
En un pueblo en el sur de México, 56 productores mantienen una tradición que es redituable una vez al año. Son objetos para la fiesta del Jueves de Corpus Christi
Por más de 100 años, la familia mexicana Molina Díaz se ha dedicado a elaborar mulas de maíz y dulces tradicionales para la festividad católica del Jueves de Corpus Christi, o Día de las Mulas, que se celebra este día en México entre el azote de la pandemia y la inflación.
En San Cristóbal de Las Casas, en Chiapas, en el sureste mexicano, cada año la familia de Tomás de Jesús Molina Pérez, de 85 años, se prepara con cuatro meses de anticipación para elaborar estas mulas, cuya base es la hoja de maíz y que se han convertido en su sustento durante esta temporada, ya que solo se comercializan en junio. “Mi esposa y su familia son los que trabajaban la hechura de dulces y mulas, yo me sumé cuando la tejería (fabricación de tejas de barro para casas) ya no daba para comer”, cuenta en entrevista con Efe Tomás de Jesús.
Mientras dobla la hoja de maíz con sus manos, el hombre recordó cuando conoció a la tía de su esposa, quien le dijo: “aprende este oficio para que mi sobrina y tú se mantengan”. “Fue una buena opción para mí porque la tejería terminó y por los años que tengo se me dificultaba moverme para trabajar”, contó.
Aunque la elaboración es muy sencilla, dijo que “no cualquiera se anima a hacerla” y como es una artesanía de temporada y se vende solo una vez al año “no es redituable”, por ello combinaron la elaboración de las mulas con la fabricación de dulces artesanales, que se venden todo el año. “Somos muy pocos los que lo hacemos mejor, muchos quisieran aprender, pero no dicen nada y como es un trabajo de cada año, no se animan a trabajar”, expuso.
A su edad, don Chusito, como también conocen a Tomás de Jesús, se siente orgulloso de su oficio como fabricante de mulas y dulces artesanales. Y a pesar de que se siente cansado, aún le pone entusiasmo a su trabajo para que su hija, nietas y bisnietas le tomen el gusto.
La familia Molina Díaz elabora cerca de 500 mulas por día, de diferentes tamaños, las figuras pueden ser miniaturas, de apenas unos cinco centímetros y hasta 30 centímetros.
Todas son elaboradas con hojas de maíz, hilo, palitos de madera y artículos decorativos como pequeñas figurillas de barro, canastas de palma y dulces artesanales de la región.
Con la pandemia de la COVID-19 y el aumento en los precios por la inflación, a esta familia le está resultando mucho más difícil la compra de la materia prima para elaborar estas piezas, cuyo precio es de entre 0,9 y 2,5 dólares, según el tamaño y la decoración.
Además de Tomás, su hija Teresa Molina Díaz, la única que sobrevive de tres hijos, es quien trata de mantener viva esta tradición y junto a su padre están convencidos de que se mantendrá algunos años más, pues su nieta, bisnietos y sobrinas “han tomado muy en serio” su papel de continuar con la tradición.
Ya listas y terminadas, las mulitas se venden en los mercados locales y en poblados cercanos como Tuxtla Gutiérrez, capital de Chiapas, Comitán y Ocosingo, que a su vez las comercializan en distintas tiendas de dulces o Ferias del Dulce como la que se celebra en San Cristóbal de Las Casas cada año.
De acuerdo con la Dirección de Turismo del Municipio de San Cristóbal de las Casas, en la región se tiene un registro de 56 artesanos o productores de mulas y dulces en el padrón del Municipio, quienes participan durante la fiesta del Jueves de Corpus Christi en ciudades grandes como Comitán, Teopisca, Ocosingo y Tuxtla Gutiérrez.
EL DETALLE
El origen. La razón de estas figuritas es que en esta fecha las personas que no eran privilegiadas llegaban a los templos con la cosecha recogida en la temporada en sus animales de carga.
Antigua tradición que aún perdura
1. Detalles. El primer paso es el doblado y el amarre de las hojas de la mazorca de maíz.
2. La obra. Don Tomas de Jesús Molina ha logrado darle forma a la mula artesanal para el día de Corpus Christi.
3. Para la venta. Teresa Molina Díaz recoge una parte de las mulas que ha logrado elaborar para el clásico festejo católico.