Autenticidad, empatía y flexibilidad: componentes urgentes en la formación.

Escuché una interesante entrevista donde se exhortaba a las instituciones de educación superior a trabajar ética y conscientemente en su oferta académica, la cual deberá ser pertinente, relevante y de calidad. Pero, ¿cuáles son los índices que determinan la calidad del servicio entregado por una institución de educación superior?

La eficacia interna y externa, la suficiencia, la equidad y el impacto en los alumnos y en la sociedad son de los principales componentes de la calidad educativa como se la conoce. Sin embargo, enfatizo que con todo lo vivido desde 2020 y con la crisis propia de la pandemia, las empresas y profesionales que lograron superar airosos esta difícil etapa fueron aquellos que destacaron por haber mostrado empatía y adaptabilidad frente a los cambios.

Pienso que todas las instancias de formación del ser humano y particularmente las académicas, deben reforzar el desarrollo de las habilidades blandas en sus estudiantes, porque al fin y al cabo, un buen profesional integralmente hablando, es aquel que logra servir y conectar con otros desde lo que mejor sabe hacer, siendo creativo, disciplinado y auténtico. Todo lo demás, siempre será replicable.

Paula Pettinelli