Diario Expreso

El día que Venezuela AMANECIÓ PETROLERA

En el siglo XX la aparición del `oro negro' dejó al país de ser agrario para pasar a petrolero. Muchos apostaron por esta `nueva riqueza'

- HÉCTOR PEREIRA EFE ■ CARACAS

Transcurre el primer cuarto del siglo XX, Venezuela rebosa de petróleo por todas partes, y alguien que mira el país desde el futuro quiere advertir a sus antepasado­s que están ante una encrucijad­a. Sin ánimo de moraleja, la película ‘Hijos de la Tierra’, próxima a estrenarse, dibuja este panorama distópico.

La épica producción venezolana verá la luz en septiembre, con un guion que comenzó a escribirse en 1995, a grabarse 20 años más tarde y que llegará a las salas de cine después de una pandemia y con varios de sus autores y protagonis­tas fallecidos, entre ellos, su director, Jacobo Penzo.

La historia, aunque centenaria, muestra las expectativ­as y disputas que despertó y que aún hoy genera el llamado oro negro. Las motivacion­es políticas y los sueños de los venezolano­s de a pie son, tanto en la ficción como en la realidad, tan variados como vigentes.

Así lo explica el productor ejecutivo del filme, Sergio Curiel, para quien “el petróleo es el que concentra el deseo de todos los personajes”, es decir, el oro negro, sin decir que es bueno o malo, se erige como el “protagonis­ta” en toda esta trama.

“Ese día que ese pozo reventó, Venezuela dejó de ser un país agrario para convertirs­e en un país petrolero”, destaca.

Al conocerse, a principios del siglo pasado, la noticia de los reventones petroleros que emanaban de la caliente tierra en la Costa Oriental del Lago, estado Zulia, muchos venezolano­s abandonaro­n el campo y apostaron sus esperanzas en esta nueva forma de riqueza.

Ese fenómeno, abordado en la película, se repitió durante 100 años hasta volverse una huella en la sociedad venezolana que, además, ratificó este siglo su intrínseca relación con el petróleo, al confirmar que dispone de las mayores reservas probadas del planeta.

Es “la búsqueda de muchas comunidade­s de Venezuela (...) que se mudan, buscando el oro negro, es decir, buscando el sitio donde hay trabajo”, dice Curiel.

El también editor cinematogr­áfico subraya que en ‘Hijos de la Tierra’ se “habla sobre la expectativ­a (y) no sobre el desarrollo del petróleo”, un bien que, insiste, “está en el centro de la historia”.

La impronta reflexiva de la pieza, sin embargo, es indeleble, especialme­nte si se toman en cuenta los “muchos paralelism­os” entre la Venezuela del pasado sin certezas y un presente marcado por la migración de millones de sus ciudadanos, también en la búsqueda de una mejoría económica, como en 1922.

Y es que nada está más relacionad­o con el dinero en Venezuela

que el petróleo, lo único que necesitó el país durante décadas gloriosas para ser visto como el suelo rico de Sudamérica, el dorado para las trasnacion­ales energética­s.

“Los poderes, ¿cómo se manejan? El dictador (y) personas buscando” son elementos claves de la película, prosigue el productor, tras recordar que el momento histórico escogido es precisamen­te 1922, cuando el país estaba regido por la mano dura de Juan Vicente Gómez.

La producción, cuya edición estaba lista desde antes de la pandemia, esperaba por la mezcla de sonido y los efectos digitales que ya fueron incorporad­os con un resultado que, a juicio de Curiel, respeta las ideas del director, ahora “eternizado” con esta obra.

El épico filme “reconstruy­e campos petroleros (y las) grandes fiestas de la época de Gómez”, para lo que fueron necesarios autobuses y camiones con vestuarios y cámaras, así como una logística en la que “vestían y desvestían a 200 personas a diario durante semanas”. “Es una hazaña”, remarca el productor, quien estima los costos de realizació­n entre 3 y 4 millones de dólares.

La pieza, “un trabajo coral”, recrea los escenarios de los “felices años 20” que, en el caso venezolano, estuvieron marcados por un afán de crecimient­o económico, otra vez, en un guiño a la actualidad del país que intenta salir de su más severa crisis. La historia “llega hasta el momento de la explosión, no (habla) sobre cómo fue usado el petróleo (...) la película te da esos elementos para que tú saques tus propias conclusion­es”, añade el cineasta.

Así, ‘Hijos de la Tierra’ pondrá al público a hablar sobre ese quiebre que vivió la apacible Venezuela cuando, desde sus entrañas, emergió un poderoso caudal que desafió la gravedad y el entendimie­nto colectivo.

La nación, aún hoy, intenta entender qué hacer con tal riqueza, pero donde su gente emigra por la crisis que enfrenta.

PROYECCIÓN

La historia del país petrolero ahora será llevada a las salas de los cines con muchos de los protagonis­tas y productore­s que ya no están, debido a la pandemia.

 ?? HENRY CHIRINOS / EFE ?? Futuro. Un hombre se gana la vida entre restos petroleros sobre la costa oriental del Lago de Maracaibo.
Sueño. La esperanza de un cambio de vida se quedó
solo en eso.
HENRY CHIRINOS / EFE Futuro. Un hombre se gana la vida entre restos petroleros sobre la costa oriental del Lago de Maracaibo. Sueño. La esperanza de un cambio de vida se quedó solo en eso.

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