SÍNTOMAS y signos de que una mascota va a morir
Saber qué tan enfermo está el perro o el gato es algo que se debe afrontar como tutor. Si llegó la hora de despedirlo, es necesario prepararse para ese momento
El trastorno emocional que puede provocar la muerte de una mascota puede ser tan significativo como el que se siente cuando se pierde a un familiar cercano, según las conclusiones de un estudio realizado en su momento por el departamento de Psicología de la Universidad de Nuevo México, en Estados Unidos.
Un sentimiento que no solo puede ser intenso, sino que además se prolonga en el tiempo. Una de cada tres personas reconoce haber experimentado pena y congoja durante al menos seis meses e incluso más tiempo en otros casos, según desvela una investigación ejecutada por el departamento de Ciencias Animales de la Universidad de Hawái.
Como tutor, es necesario aprender a leer las señales que ofrece el cuerpo de tu mascota cuando se aproxima el final. Eso ayuda a estar preparados. Pero, ¿cuáles son esas señales? El médico veterinario Santiago Gándara asegura que todo dependerá de la enfermedad que tenga el animal. “Siempre es importante tomar en cuenta su respuesta sensorial (alerta-desorientado-coma), capacidad respiratoria, temperatura, presión sanguínea, hidratación extrema (hemorragia, vómitos y diarreas excesivas, golpe de calor), dolor”.
INDICIOS DEL ADIÓS.
1. Comportamientos inusuales. Se volverán apático y ya no querrá dar largos paseos ni salir de casa. Si se muestra desganado, no quiere decir que vaya a morir en ese preciso momento, pero es una señal de que está muy débil. A eso se suman los cambios en su comportamiento. Por ejemplo, su sueño estará alterado, se orinará repentinamente en cualquier sitio o se desorientará, al punto de perderse o no reconocer a las personas.
2. No querrá moverse. En algunos casos se sentirá muy débil y con dolor al levantarse. No querrá moverse. Esta señal es muy preocupante, ya que es un indicador de que el animal está sufriendo y habrá que replantearse cuál será la opción menos drástica.
3. Falta de apetito. El hecho de no querer comer ni beber es tal vez el signo más evidente de que algo ocurre con nuestro perro, sobre todo cuando ha demostrado gran apetito. Ni siquiera lo que más le gusta lo motivará. También dejará de tomar agua, lo que traerá como resultado la deshidratación.
4. Cambios vitales. Otras señales son los constantes cambios vitales, como la temperatura corporal, presión arterial, frecuencia cardíaca y respiratoria. Estas alteraciones pueden provocar paro cardíaco, hipertensión, así como problemas renales y cardiovasculares. También se pueden presentar convulsiones por alguna actividad irregular en el cerebro, además de incontinencia. El animal hará sus necesidades en cualquier sitio.
5. Pérdida de equilibrio. Si la enfermedad que sufre ha hecho estragos en su presión sanguínea, ha debilitado su musculatura y se encuentra desorientado, entonces el perro caminará de manera descoordinada y perderá el equilibrio. Se tropezará e incluso no podrá pararse. Todo esto se incrementa cuando su visión también está afectada.
ÚLTIMA ETAPA
Ser consciente del tiempo que se posee para compartirlo con la mascota permitirá que esos últimos momentos que pase en su compañía puedan ser de la mejor calidad posible.