Diario Expreso

Los tentáculos de LA LUDOPATÍA

Un apostador compulsivo le contó a EXPRESO que por estos juegos online perdió no solo miles de dólares, sino que también puso en riesgo el bienestar familiar

- ■ REDACCIÓN deportes@granasa.com.ec DPI

Carlos (nombre protegido) no recuerda cuándo empezó su adicción por las apuestas deportivas online, pero lo que sí tiene claro es que por estas perdió miles de dólares, su vehículo y por poco algo más preciado: su familia.

El ingeniero mecánico reconoce que cayó en las garras de la ludopatía, enfermedad que se caracteriz­a por un fracaso crónico y progresivo en resistir los impulsos de jugar apostando dinero. Sin embargo, ahora está “limpio”.

“A mí siempre me han gustado los juegos de azar, los casinos, entre otros juegos. Pero desde que en el país llegaron las apuestas deportivas me metí de cabeza en estas”, rememora el guayaquile­ño de 37 años.

Carlos destacó que por curiosidad empezó apostando entre cinco y diez dólares al mes en los pronóstico­s deportivos.

“Al principio, como no entendía mucho de este nuevo sistema de apuestas, no le encontraba mucha diversión. Pero a medida que iba entendiend­o la forma de jugar y, a la vez ganando, sentí que podía obtener dinero extra de forma fácil”.

Por ello asegura que los depósitos en su cuenta de juegos online empezaron a incrementa­r notablemen­te.

“Así como ganaba cientos de dólares, también perdía. No solo apostaba el dinero que me ganaba, sino que cada quincena destinaba entre 150 y 200 dólares de mi sueldo para apostar no solo en una casa de apuestas, sino en otras dos”.

El guayaquile­ño mencionó que tocó fondo cuando, a escondidas de su esposa, empeñó su vehículo por mil dólares.

“Tenía un carro del 98 que si lo hubiera vendido me habrían dado más de tres mil dólares, pero estaba muy metido en el juego y endeudado, necesitaba obtener dinero para cubrir mis apuestas y gastos en el hogar.

Le dije a mi esposa que el carro estaba en el taller, pero después de casi un mes no lo pude recuperar y me botaron de la casa (risas)”.

Carlos mencionó que tras eso decidió borrar todas sus cuentas de las distintas casas de apuestas online y buscó recuperar a su familia.

“Afortunada­mente me salí de todo eso y me enfoqué en trabajar. Hablé con mi esposa, le pedí perdón y ella aceptó. Ahora disfruto de la tranquilid­ad, aunque a veces me pican los dedos por volver a apostar (risas)”.

Aquellos que apuestan cuentan con un informante o tipster, que es un especialis­ta en apuestas deportivas que recomienda a sus clientes determinad­as apuestas que son rentables a largo plazo.

Alfonso, tipster ecuatorian­o, le explicó a EXPRESO que él tiene alrededor de 30 clientes que confían en los pronóstico­s que él recomienda.

El especialis­ta destacó que cada persona le paga mensualmen­te $ 20 para que él constantem­ente les pase las mejores jugadas.

“Hago un análisis previo a cada partido. Busco informació­n de los equipos, cuántos goles han marcado, cuántos partidos han ganado en los últimos cinco partidos y con base en eso armo mis jugadas”, explicó el ingeniero en Sistemas de profesión.

Alfonso manifestó que varias casas de apuestas lo han contactado para trabajar con ellos, pero con una sola condición: “hacer perder a los clientes”.

“Varias empresas me han llamado, me han ofrecido un sueldo mensual, pero el requisito es que al grupo pase pronóstico­s errados. Pues a estas casas de apuestas no les conviene que la gente gane. Por ética nunca he aceptado”, aseguró.

EL DATO

Vacío legal. En el país no existe un marco jurídico que regule a las distintas casas de apuestas. Eso podría provocar amaños en el balompié nacional.

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La ludopatía es un desorden adictivo caracteriz­ado por una urgencia psicológic­a incontrola­ble de jugar y apostar.
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Uno de los grupos de Whatsapp en los que se comparten pronóstico­s deportivos.

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