Patrimonio urbano, turismo y gentrificación
La gentrificación está ligada a los centros históricos o patrimonios urbanos en las ciudades en que hay preocupación por salvaguardar la integridad de los patrimonios históricos que están siendo vulnerados por carencia de inversión para su conservación y por los efectos de masificación del turismo. Es un término que acuñó Ruth Glass en los 60 y que empezó a tomar fuerza a partir de los 70 y 80. Hoy se lo ha adaptado y enfocado a procesos de transformación de los centros históricos. Algunos estudiosos lo definen desde sus orígenes al cambio de estructura urbana relacionado a la inversión de capital y cambio de clase social determinados a cumplir ciertas actividades económicas. En América Latina ha sido referente de múltiples investigaciones y debates, con posiciones de rechazo, enfoques teóricos de adopción mecánica y adaptación crítica frente a estos procesos de conversión urbana. Los rechazos se dan por la fenomenología que considera que las ciudades son espacios llenos de vida no determinados a la clase social sino un reemplazo de la población. En términos de adopción mecánica, es para los inversores privados una zona en franco proceso de restauración en centros históricos donde resultaba más atractivo para la inversión captar la brecha de renta con un proceso de expulsión de la clase pobre. Desde la adaptación crítica, las ciudades respecto a los pobladores con baja capacidad económica fueron sometidas y revertidas a una revaloración para el uso de personas con mayor capacidad adquisitiva.