Ataques en las escuelas de Brasil: más de 200 detenidos
El presidente critica en una reunión con autoridades la falta de regulación ❚ El Gobierno de Lula invertirá 625 millones de dólares para combatir la violencia
Brasil vive “una epidemia” de violencia en las escuelas, según el Gobierno. El presidente Luiz Inácio Lula da Silva reunió a ministros y gobernadores en Brasilia para hacer balance de las medidas tomadas hasta ahora para contener los ataques en centros escolares y se anunciaron otras nuevas.
Las alarmas sonaron después de que a principios de este mes un hombre de 25 años asesinara a hachazos a cuatro niños de entre cinco y siete años, en Blumenau, al sur del país. Pocos días antes, un adolescente de 13 años mató a puñaladas a una profesora e hirió a otras cuatro personas en un colegio de São Paulo.
La cercanía en el tiempo de las dos tragedias, y el revuelo causado en los últimos días por bulos en internet que avisaban de que se estaban preparando más ataques provocó inquietud en familias y autoridades.
El ministro de Justicia y Seguridad Pública, Flávio Dino, informó en la multitudinaria reunión que tan solo en los últimos 10 días han sido detenidas 225 personas en casos relacionados con planes o acciones de violencia en el ambiente escolar.
Se están investigando 1.224 casos en todo el país, y 694 adolescentes han sido llamados a declarar. Además, se han eliminado 756 perfiles de plataformas como Twitter y Tiktok. Y el canal creado por el Ministerio de Justicia para recibir estas denuncias, llamado Escola Segura, recibió 7.473 avisos. Ante esas cifras, el ministro no pudo minimizar la dimensión del problema: “Esto muestra que estamos ante una epidemia. (…) Esto nos permite, de un modo muy elocuente, dimensionarlo: no son casos aislados. Es una red criminal estructurada”, aseguró.
El ministro Dino aportó los datos en un encuentro de alto nivel presidido por el presidente Lula y donde estuvieron también los máximos representantes del poder Judicial y Legislativo, además de ocho ministros y varios gobernadores y alcaldes, algo poco común, lo que da una idea del tratamiento que el Gobierno quiere dar al asunto. La última vez que se celebró una reunión así fue tras el intento golpista del 8 de enero.
El juez del Supremo, Alexandre de Moraes, vinculó las dos cosas y dijo que el modus operandi es idéntico porque las redes sociales se creen “una tierra sin ley”. Una de las principales ideas que sobrevoló la reunión es que hay que intensificar la regulación de internet para evitar los discursos de odio y cortar de raíz los perfiles donde los agresores se hacen fuertes a base de likes.
Se está tramitando una ley en el Congreso que criminaliza las noticias falsas, que podría servir de base para regular las redes sociales. Pero a falta de concreciones en ese campo, por ahora las medidas anunciadas van más por el camino de dar respuesta a la alarma social apelando a la seguridad.
El Gobierno anunció que invertirá 3.115 millones de reales (625 millones de dólares, 570 millones de euros) para combatir los ataques, centrándose sobre todo en internet, para rastrear e intentar reprimir los planes de quienes los incentivan. Más de la mitad de esa cuantía se podrá destinar a infraestructura para reforzar la seguridad de los colegios.
También habrá cursos de formación continua para que los profesores aprendan a enfrentarse a la violencia escolar y 200 millones de reales irán para políticas públicas de salud mental en las escuelas.
Pero en el gigantesco y diverso Brasil la manera de enfrentar el problema está lejos de lograr la unanimidad. En el Estado de Santa Catarina, donde ocurrió el sangriento ataque a la guardería, el gobernador, aliado del expresidente Jair Bolsonaro, prometió hace unos días que colocará al menos un policía armado en cada una de las 1.053 escuelas públicas de la región.
EL DETALLE
Objetivo. Lula da Silva busca incentivar a la participación de los brasileños en el diseño de los presupuestos para el período 2024-2027.