Así logró pisar la Luna una empresa privada
Intuitive Machines entró a la historia por su viaje espacial el pasado 22 de febrero ❚ Se ha revalorizado en bolsa 300 %
lon Musk sueña con hacer llegar al hombre a Marte. Por ahora, sus cohetes de Space X han ayudado a cumplir el sueño de otro emprendedor, Kamal Ghaffarian, un multimillonario estadounidense de origen iraní, cofundador, presidente y principal accionista de Intuitive Machines. Esa compañía pasó a la historia este 22 de febrero de 2024 como la primera empresa privada que consigue posar en la Luna un artefacto espacial, el Odiseo. Intuitive Machines, cotizada en el Nasdaq, es una compañía fundada en 2013 y dedicada de lleno al negocio espacial. Con más de 250 empleados y sede en Houston, tiene un problema de rentabilidad, pero considera que el espacio es un negocio con un enorme futuro.
Ghaffarian, de 65 años, es un empresario que ha montado diferentes compañías en lo que el folleto de emisión de la empresa denomina “la intersección de la contratación pública y la innovación tecnológica”. Ocupó puestos técnicos y de gestión en Lockheed Martin, Ford Aerospace y Loral, y es cofundador y presidente de varias empresas, como IBX, Axiom Space, X Energy y Quantum Space.
Para fundar Intuitive Machines, de la que controla un 55,4 %, se alió con dos cargos de la NASA, la agencia espacial estadounidense. Uno de ellos es Stephen
Altemus, de 59 años, que tiene un 20,9 % del capital y ejerce como consejero delegado desde la fundación de la empresa. Antes de fundar la nueva empresa era director adjunto del Centro Espacial Johnson de la NASA y tenía una larga carrera en cargos de ingeniería de la agencia. De allí se trajeron al tercer cofundador, Timothy Crain, de 50 años (13,2 % del capital), director de tecnología de la empresa que tuvo una carrera de 13 años en la NASA, donde trabajó en el Mars Science Lander, la nave Orión o el proyecto Morpheus.
La NASA se ha convertido precisamente en el gran cliente de la empresa. Intuitive Machines es uno de los contratistas de la agencia espacial en el marco de la iniciativa CLPS (siglas de servicios comerciales de carga útil lunar). La agencia espacial eligió su programa para tres misiones lunares. El ejecutado esta semana le ha supuesto unos ingresos de unos 118 millones de dólares de la NASA por el traslado de seis cargas útiles, como se conoce al instrumental transportado para experimentos, pruebas o ir acumulando equipamiento en la Luna. Además, ha trasladado cargas de otros clientes, todo ello en su módulo de aterrizaje Novac, capaz de transportar hasta 130 kilogramos de carga.
La empresa dice que en la actualidad se dedica a prestar servicios a la NASA y esos otros clientes para proporcionar acceso a la superficie lunar, al espacio cislunar y para la transmisión de datos para la ciencia, la tecnología y las infraestructuras. Pero su ambición es otra, según su folleto de cotización: “Trabajar para proporcionar una economía lunar próspera y diversa, creando nuevas oportunidades y mercados que permitan aplicaciones en órbita, una presencia permanente en la Luna y ampliar el mercado de la exploración espacial comercial”. “Sostener la presencia humana fuera de la Tierra”, dice en otro lugar.
La misión ahora realizada ha sido la IM-1, a la que seguirán la IM-2 y la IM-3, con nuevos experimentos y demostraciones tecnológicas, en colaboración con la NASA, Nokia, Spaceflight, Columbia Sportswear, Aegis Aerospace y otros agentes comerciales.