¿Qué pasa con los complejos habitacionales en la capital?
En Quito también se han registrado casos en urbanizaciones privadas.
El 17 enero de este año la Policía allanó una vivienda ubicada en un conjunto habitacional privado de Cumbayá, una zona exclusiva de la capital. Los agentes policiales encontraron más de cien armas, entre pistolas, revólveres, escopetas y rifles, además de municiones. El operativo se ejecutó a pocos días de la declaratoria del conflicto armado interno.
Este hallazgo puso a Quito en el radar de un problema que se creía exclusivo de las ciudades de la Costa ecuatoriana. Para Gonzalo Rueda, gerente de Marketwatch, que consolida información de oferta y demanda inmobiliaria de las principales ciudades del país, indicó que aunque “no se ha presentado una tendencia”, es un asunto que preocupa, principalmente, a los potenciales nuevos vecinos y que ha obligado a los constructores e inmobiliarias a estar alertas.
Según el censo inmobiliario realizado durante el primer trimestre de 2023 por la Cámara Inmobiliaria, “de las operaciones generadas (compra de viviendas) a nivel nacional, el 52 % se ha realizado en efectivo y el 48 % a crédito”. Los principales lugares donde suceden las adquisiciones en efectivo son Manabí (79%) y El Oro (62%).
Al ser conjuntos privados, Rueda resalta que los criminales buscan estas urbanizaciones por la seguridad, pues creen que podrán continuar con sus actividades ilícitas, “aunque esto impacta a los potenciales vecinos”. Pese a aquello, Rueda indica que todavía no es común que las personas pregunten por quiénes viven en sus urbanizaciones.
Salvo el caso registrado en Cumbayá, no se tiene datos de uno similar. No obstante, las urbanizaciones privadas en Quito han registrado asaltos por parte de grupos delincuenciales. En junio de 2023, uno de los sucesos más preocupantes tuvo lugar en un conjunto de esa zona, cuando un grupo de siete criminales entró a una casa. Mientras perpetraban el asalto, los ladrones amarraron a los dueños y se dieron el lujo de beber los licores más finos de la vivienda.
Los habitantes de las urbanizaciones han optado por organizarse para defenderse de la delincuencia. Ahora podría abrirse otro frente del cual preocuparse.