Los baches son un problema costoso y de difícil solución
El Cabildo duplicó el presupuesto anual para intervenir las vías ❚ Cerca de 500 agujeros se tapan a diario ❚ Existe una indemnización para vehículos afectados
La queja fue directo a las redes sociales de la Alcaldía. “Me deben una llanta”, reclamaba furiosa Nicol Cajas. “Hay un bache gigante en la Gaspar de Carvajal y mi carro salió dañado y con una llanta reventada. ¿Cuándo arreglan?”.
Y es que Tumbaco, parroquia en la que se ocasionó el desperfecto, es una de las administraciones zonales con mayor número de denuncias por averías en las vías. Pero el problema no es exclusivo de esa localidad, sino que se repite en todo Quito.
No hay calle sin hueco, asegura la ciudadanía, y lo manifiesta a diario a las autoridades.
A fines del año pasado concluyeron en su totalidad las obras de repavimentación que habían sido contratadas por la administración del exalcalde Santiago Guarderas, pero pese a la inversión, el estado de las calles no era perfecto.
Según del departamento de Estudios y Fiscalización de la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop), el 2023 cerró con un 40% de vías en mal estado y un 60% en condiciones buenas o aceptables.
Con el fin de solucionar la situación, este año el monto de inversión en la rehabilitación de las vías se duplicó a $ 64 millones para 173 kilómetros. Y el plan de trabajo para extenderse hacia múltiples frentes de manera simultánea.
“Las principales vías a ejecutarse este año son: el carril exclusivo de la Ecovía, las calles Leonardo Murialdo, Diego de Almagro, Mariana de Jesús y las calles de los sectores de Rucullacta, Atucucho, Guayllabamba, Chilibulo, La Ecuatoriana, Itchimbía, La Argelia, Conocoto, Guamaní, Turubamba, Quitumbe, Calderón, El Condado, Tumbaco y más. Es decir, se ha contemplado paquetes de rehabilitación vial en las nueve administraciones zonales del DMQ”, indicó la entidad a EXPRESO.
En el plan de trabajo, adicionalmente, se ha establecido como prioridad el mantenimiento y rehabilitación de las avenidas Simón Bolívar y Ruta Viva, y se trabaja en los estudios y, posteriormente, la rehabilitación vial de la av. Galo Plaza Lasso.
En una entrevista, la gerente general de la Epmmop indicó que a diario se rellenan 500 baches, pero que este es un trabajo constante y que en muchos casos se debe intervenir una misma vía varias veces al año. Para paliar la enorme labor, la entidad ha iniciado varios procesos de contratación para ampliar la cobertura en la urbe y sus parroquias rurales, y aumentar el número de cuadrilla con las que cuentan actualmente.
Pero, ¿qué sucede cuando el daño ya está hecho?
Para John Argüello, los planes próximos de la entidad no solucionan la situación de su vehículo, que se averió tras caer en un bache en el sector de Calderón, al norte de la urbe. “Se dañaron los amortiguadores de mi carro y tuve que pagar 100 dólares por el cambio. No es posible que porque el Municipio no cumple con lo que tiene que hacer, uno padezca”, asegura molesto.
Y no es el único caso. Según un estudio de Constructores Positivos, el monto de afectación de daños vehiculares ocasionados por calles en mal estado representa entre $20 millones y $30 millones al año.
La Epmmop, como parte de sus obligaciones, tiene vigente una póliza de responsabilidad civil que ampara posibles riesgos por la ejecución de sus competencias. Esto incluye situaciones como la caída de árboles sobre autos o viviendas y los daños a vehículos.
Anualmente, el 60% de las denuncias corresponden a quienes han visto sus vehículos afectados por los baches. De comprobarse la veracidad, los propietarios pueden acceder a una indemnización, pero muchos no denuncian por desconocimiento.
Entre 2017 y 2019 se cancelaron entre $ 59.000 y $ 61.000 por este tipo de incidentes. En 2021, la cifra fue de $ 18.000.
El año pasado, la entidad registró seis reclamos. Todos fueron aprobados y reportados a la compañía de seguros. El monto pagado no se detalló.