Qué hacen los correístas EN MÉXICO
Algunos asilados ecuatorianos en el gobierno de Manuel López Obrador han sido contratistas del partido oficialista mexicano. Uno recibe un bono estatal
El asilo que México concedió al exvicepresidente del Ecuador, investigado y sentenciado por corrupción, Jorge Glas, fue el inicio del conflicto diplomático que llegó a su clímax con la irrupción en la sede diplomática mexicana en Quito. El Gobierno ecuatoriano ha sostenido que México faltó a las convenciones al asilar a una persona condenada por delitos comunes. Glas y sus copartidarios aseguran ser perseguidos políticos. Bajo ese argumento, el gobierno dirigido por Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha asilado a nueve correístas, ocho están en México, y Glas, luego de que su habeas corpus fuera negado, cumple sus sentencias en La Roca, la prisión de máxima seguridad ubicada en Guayaquil.
Los aliados del expresidente Rafael Correa pidieron el asilo después de las protestas de octubre de 2019. Todos invocaron una persecución de carácter político. Solo tres de ellos tienen causas con la justicia ecuatoriana. México se convirtió en el hub de la Revolución Ciudadana. Desde ese país se han planificado, por ejemplo, las campañas electorales de Andrés Arauz (2021) y Luisa González (2023).
La expresidenta de la Asamblea, Gabriela Rivadeneira; el excanciller Ricardo Patiño; los exministros, Galo Mora y Walter Solís; el exjefe del Despacho Presidencial (refugiado), Edwin Jarrín; los exasambleístas Soledad Buendía, Carlos Viteri y Viviana Bonilla son protegidos por la administración de AMLO.
En octubre de 2022, los políticos participaron en el documental Se fue a volver producido con el apoyo del gobierno de la Ciudad de México, de la Secretaría de Cultura de México y de Nómada Producciones.
EXPRESO indagó sobre las actividades que actualmente realizan los asilados.
Edwin Jarrín y Gabriela Rivadeneira son socios de la empresa Taktika Mundo S.A. que en diciembre de 2021 firmó un contrato para la impresión de cientos de agendas del 2020 para Morena. El contrato habría tenido irregularidades, según indicó en 2022, Juan Ortiz, creador de Lupa Digital, un proyecto de veeduría ciudadana en México. La empresa se inscribió en el Registro de Proveedores de México una semana después de formalizar el contrato. El diario El Sol de México reveló que a inicios del 2023, Taktika Mundo S.A. suscribió otro contrato con Morena para la impresión de 2.000 agendas del 2023. El contrato se firmó por 482.560 pesos mexicanos, equivalente a $ 28.994,77.
Rivadeneira también es la directora ejecutiva del Instituto para la Democracia Eloy Alfaro (Ideal), cuyo presidente honorario es el expresidente Rafael Correa.
Carlos Viteri, en el 2022, ofreció cursos sobre la situación política de Ecuador en el Instituto Nacional de Formación Política (INFP) de Morena y en el 2023, suscribió tres contratos con el partido, entre enero y junio, por servicios de apoyo en actividades políticas. Según El Sol de México, el exlegislador recibió un total de 150.000 pesos, es decir $ 9.012.
Ricardo Patiño, según el medio mexicano, obtuvo su naturalización en el 2022 y, desde noviembre de 2023, es beneficiario de la Pensión del Bienestar para Personas Adultas Mayores, una subvención estatal para mexicanos mayores de 65 años. Patiño tiene 69 años. EXPRESO se contactó con funcionarios del Registro Nacional de Población y de la Secretaría de Bienestar de México para consultar la situación de Patiño, pero hasta el cierre de la edición no hay respuesta. Tampoco se pudo acceder al padrón de beneficiarios del bono de adultos mayores, pues la web está fuera de línea.
Buendía, desde 2021 es docente del Instituto Tecnológico Universitario Rumiñahui y en marzo de 2023 se la eligió como ombudsman de la Conferencia Interamericana de Seguridad Social, con sede en México.
En el caso de Galo Mora, en julio de 2023, lanzó su libro ‘Mujeres en las tormentas’, que se publicó con el Fondo de Cultura Económico de México. Sobre Bonilla y Solís no se ha encontrado información disponible.
DESDE EL 2019
Los siete políticos se asilaron en México, cuyo mandatario Manuel López Obrador es afín al expresidente Rafael Correa.