Sangre sobre Taxco: el Jueves Santo que conmocionó a México
Así ocurrió el crimen de una niña y el linchamiento de la supuesta culpable
En la Semana Santa se desencadenaron todos los demonios en Taxco, uno de los pueblos más bellos de México, con un caserío blanco encaramado en un cerro, vistosas iglesias y callejones escalonados que agotan a los más jóvenes. Por uno de ellos caminaba aquel miércoles de vacaciones la niña Camila, de ocho años, hasta la casa de su amiga para jugar con ella en la piscina hinchable. No era la primera vez que iba, pero sí la última que se la vio viva.
Antes de que se hallara el cadáver a unos kilómetros de la localidad, decenas de taxqueños se concentraron frente a una vivienda durante horas, esperando que la policía sacara a los supuestos culpables, una mujer y dos de sus hijos.
La turbamulta acabó por asaltar la vivienda y arrastró callejón abajo a los detenidos. A la mujer le reventaron el cuerpo a golpes hasta la muerte y a los dos muchachos los dejaron malheridos ante una extraña inacción de los agentes.
La escasa información policial deja paso a las declaraciones de vecinos y familiares de la víctima. Se sabe que al poco de desaparecer la niña llegó al celular de la madre una petición de rescate por unos 15.000 dólares. Si la sospechosa pudo haber declarado quién o quiénes estaban detrás del secuestro y muerte de la niña, su boca está sellada para siempre.
México es un país acostumbrado a los linchamientos, que hace años se circunscribían a espacios rurales y se achacaban a ritos ancestrales con los que el tiempo no ha podido, así como a un hartazgo de la población ante la justicia que nunca llega.