Blinken y Xi en busca de “puntos comunes”, en una cita en Pekín
El secretario de Estado norteamericano termina viaje al gigante asiático
China y EE.UU. continúan dispuestos a preservar la reciente -y frágil- estabilización de los vínculos bilaterales, pero reconocen que es necesaria una “diplomacia activa” para evitar “malentendidos y errores de cálculo”. Es el principal mensaje tras el viaje de tres días del secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, al país asiático, el segundo en 10 meses.
Su última parada, que ha tenido lugar este viernes en Pekín, ha estado marcada por una reunión de casi seis horas con el ministro de Relaciones Exteriores chino, Wang Yi, y un breve encuentro con el presidente Xi
Jinping, que, al igual que ocurrió el pasado junio, no constaba en la agenda oficial. El gesto permite interpretar que las cosas han ido relativamente bien.
“Durante estos 45 años de relaciones bilaterales, los lazos entre ambos países han experimentado altibajos y nos han brindado lecciones importantes: ambas naciones deben ser socios en lugar de adversarios; ayudarse mutuamente en lugar de dañarse; buscar puntos en común mientras respetan las diferencias, y deben ser honestos en palabras y firmes en acciones”, ha confiado Xi al estadounidense, de acuerdo con la lectura oficial facilitada por las autoridades chinas.
“La Tierra es lo suficientemente grande como para que China y EE UU puedan desarrollarse juntas y prosperar por separado”, ha destacado Xi durante la cita en el Gran Salón del Pueblo, la sede de los grandes eventos políticos. “China está dispuesta a ver un EE UU seguro, abierto y próspero, y espera que EE UU también pueda mirar positivamente el desarrollo de China”, ha puntualizado.
La división entre las dos potencias se puso de manifiesto horas antes de que Blinken aterrizase en China, cuando el Senado estadounidense aprobó un proyecto de ley que aporta unos 7.500 millones de euros para “contrarrestar a la China comunista” en el Indo-pacífico y otro que obliga a Bytedance, la tecnológica china propietaria de Tiktok, a venderla en un plazo de nueve meses; de lo contrario, la aplicación de vídeos cortos quedará prohibida dentro del país. Blinken ha asegurado ante los medios en Pekín que en la reunión no se ha mencionado el asunto de Tiktok.
La amplia y espinosa agenda dejaba entrever que los puntos de encuentro serían reducidos.
La guerra de Ucrania ha ocupado gran parte de las conversaciones. Blinken ha trasladado a Xi las preocupaciones de que empresas chinas estén ayudando a reequipar y reabastecer la industria de defensa rusa con componentes indispensables para la fabricación de armas.
EL DETALLE
Viaje. Blinken llegó a Pekín el jueves desde Shanghái. Allí instó a ofrecer igualdad de condiciones a empresas estadounidenses.