Nuevo complejo para conocer a la beata
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Antes de la llegada al centro de Nobol, en el camino hacia el costado de la carretera, se ubica la hacienda San José, lugar natal de la santa Narcisa de Jesús.
En ese sitio se celebran misas al aire libre en una zona donde aún se mantiene el guayabo agrio, que brotó de la planta original sembrada en los días de Narcisa y que se perdió en un incendio.
“No es el árbol original, pero es un retoño que brotó tiempo después de aquel incendio, cuentan los lugareños”, explicó Anthony Torres, director del Centro de Promoción, proyecto que empieza a tomar forma en el sitio, de la mano de la Arquidiócesis de Guayaquil y de las donaciones de los feligreses.
El domingo pasado, luego del rezo del rosario y la misa oficiada por el arzobispo Luis Cabrera, se inauguró dicho centro, una especie de museo en el cual, a través de fotogramas y gigan- tografías, se puede recorrer y acercar a la historia de la joven noboleña.
Jennifer Lavayen, vocera del santuario Nacional Narcisa de Jesús, explicó que en una primera fase, el centro estará operativo con atención de miércoles a domingos, en horarios de 08:00 a 12:30 y de 13:00 a 17:00.
En el sitio, una serie de imágenes hacen el recuento de la vida de Narcisa, su paso por Guayaquil, con representaciones de los objetos que debió utilizar en la época.
“Era muy habilidosa para la costura, por lo que las mujeres adineradas le pedían que les cosa sus vestidos al estilo francés, una moda de ese tiempo, según los historiadores”, explicó Lavayen, mientras muestra una réplica del vestuario.
En este pasaje, a manera de museo, están también las frases que cada consejero describía sobre la santa. Y las imágenes que representan su rostro según los diferentes artistas que han ido plasmando a la joven.